Kill For Live.

Esperanza.

Habían pasado una semana desde que Charlotte comenzó a vivir con Oswald y los demás, y la relación entre ellos había evolucionado mucho. Charlotte les había tomado mucho aprecio, sobretodo a Oswald y a Charles. Miyazawa y Aniaki habían vuelto de su luna de miel, y habían convivido poco, pero eran agradables. Charlotte finalmente se sentía en un hogar.

- Entonces Oswald ¿Ya decidiste sobre que hacer con ella?- Preguntó Gabrielle, mientras ella y Oswald fumaban en uno de los balcones de la casa.
- Creo que la adoptaré. Es muy agradable tenerla aquí. Le da más alegría a nuestra casa.- Contestó el pelinegro, mientras daba una calada a su cigarrillo.
- La verdad si. Es muy linda y muy educada. Me agrada.-
- Lo discutiré con los demás en la cena. Aunque tu y Charles ya están a favor, aún falta preguntarle a los demás.-

El dìa era muy agradable. El sol brillaba y todo parecía perfecto, parecía que nada podía arruinarlo.

Charlotte estaba jugando en el jardín con la mascota de Gabrielle. Un lobo gris llamado Remus. Al principio se había llevado el susto de su vida al verlo por primera vez. Pero despuéd de unos días de tratarlo, el Lobo la había aceptado.

Oswald de verdad le había tomado mucho aprecio a Charlotte. Le había comprado varios cambios de ropa, y muchos juguetes. Lo sorprendente es que, a pesar de lo que había vivído, aun era inocente, y aún tenía esperanzas. Solo había un pequeño inconveniente para que Oswald la adoptara. Legalmente él había muerto hace 3 años, después de una misión, con la que ha cargado en su conciencia desde entonces.

Finalmente había llegado la hora de la cena, y todos se sentaron.
- ¿Como te haz sentido aquí Charlotte?- Preguntó Aniaki cortesmente.
- Muy bien Señorita Aniaki. He estado muy tranquila aquí, y de verdad me gusta estar aquí.-
- Eso esta muy bien.- Respondió Miyazawa alegremente.- Deberíamos de hacerte una iniciación para considerarte parte de la familia.- Dijo en tono de broma.
- Tal vez luego Señor Miyazawa.-
- Platicanos sobre tí. ¿Que te gusta hacer?¿Que música te gusta? No nos hemos conocido del todo bien desde que regresamos.-
- Bueno, pues. Me gusta mucho leer. Realmente es de lo que mas disfruto. Y lo de la música...Nunca había escuchado antes. Pero me gustan los discos que tienen el señor Oswald y la señorita Gabrielle en la sala de música.-
- Bueno Charlotte, hay algo que aún no sé sobre ti. ¿Porque si hablas nuestro idioma, te encontré en Rusia?- Pregunto Oswald.- Si no quieres hablar sobre eso esta bien.-
- No se preocupe señor Oswald. Recuerdo que antes yo estaba en un orfanato en Londres, creo que mi madre era de esa ciudad, pero hace unos meses, nos movieron a mi y a varias niñas más hasta Ucrania, nunca supe el porqué. Me gustaba Londres,allí las mujeres del orfanato eran muy buenas. Pero en Ucrania... Apenas llegamos fuimos enviadas a esa casa en Rusia, donde lo conocí a usted.-
- Ya veo... Bueno, aquí no te haremos daño. Muchachos, hay algo de lo que debemos hablar después de la cena. Los espero en la sala de estar.-
- Esta bien.- Contestaron al unisono los demás.

Despues de acostar a Charlotte, Oswald se dirigió a la sala para discutir ese asunto con el resto: La adopcion de la niña.

- Muy bien. Como deben de saber, Charlotte ya tiene poco más de ocho días viviendo aquí, y como pueden ver, es muy educada. Me he estado planteando esto desde hace un par de días , y me gustaría contar con su apoyo. Quiero adoptar a Charlotte. ¿Alguno tiene algo que decir?-
- Por mí no hay problema- Respondió alegremente Miyazawa.
- ¿Y tú Aniaki?-
- No tengo nada en contra- Contestó la chica de pelo largo y castaño, que llegaba hasta la parte baja de la espalda.
- Jeez.-
- No le veo el problema- Dijo, mientras se sentaba comodamente en el sillón.-
- Bien, entonces están todos a favor. Mañana llamaré a Edward para que me ayude con el trámite.-

La niña había estado escuchando todo, y no podía estar más feliz. Por fin iba a tener una familia. Trataba de contener sus lagrimas de felicidad, y en cuanto escucho a alguien subir las escaleras corrió a su habitación y fingió estar dormida. Su esperanza había vuelto a nacer.