La Dulce Venganza.

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Finalmente era el día. El día que Vladimir Amenoff tanto había esperado; El día en el que por fin vengaría a su padre, y le devolvería el honor a su familia. Ya había probado la armadura que le había fabricado Killjoy, la cual tenía una fuerza tal, que podía romper hormigón armado con un apretón. La misma tenía un par de ametralladoras Gatling integradas, así como una estaca hecha de diamante que salía de su antebrazo izquierdo, además de una espada de Hamonita, la cual era más dura que el acero hiper-denso utilizado en el cuerpo de la armadura.

- Andrey.- Dijo Vladimir mientras se observaba al espejo, atandóse su corbata.- Siempre he creído, que si eres lo último que alguien va a ver, debes de verte presentable.-
- Sigo pensando que esto es una mala idea Vladimir. ¿Qué tal si tus cálculos fallaron? ¿Qué tal si Patton no esta tan cansado como crees?- Respondió el otro, visiblemente preocupado, mientras observaba a Vladimir a los ojos en el reflejo del espejo.
- Tranquilizate Andrey. Todo va a salir bien ¿Sí? O ¿Acaso no confías en mí?- Cuestionó el rubio mientras tomaba a su amigo de los hombros, y sus ojos azules lo miraban directamente.
- Por supuesto que confío en ti Vladimir.- Respondió Andrey, mientras sentía como la mirada de Vladimir se clavaba en sus ojos.- Es solo que...¿Que pasará si fallas? Digo, no es que tenga miedo de quedarme solo o algo por el estilo, es solo que no se como dirigir una familia.-
- Oh, vamos Andrey, creía que ya habíamos hablado de esto.- Dijo Vladimir, con una voz seria y su pesado acento ruso marcandosé.- Si decidí que tu seas quien me supla en caso de mi muerte, hasta que Ivan sea mayor, es por algo. Confio en ti, Andrey, eres mi mejor amigo, y si hay alguien que pueda con esto, eres tu.-
Andrey se sonrrojó al escuchar esto. El siempre se había sentido un inútil, pero Vladimir lograba levantarle el ánimo. Vladimir le dió un fuerte abrazo a Andrey, mientras le susurraba al oído.
- Te amo Andrey. Eres como un hermano más en mi familia. Si yo no regreso, cuida a Ivan y a Anya, por favor.- Dijo el rubio mientras su amigo se preocupaba más. Entonces dió la vuelta, y se dispuso a marcharse, cuando Andrey habló.
- Prometeme, que si regresas, iremos a el lago Baikal. Me lo debes desde mi cumpleaños pasado.- Las lágrimas querían salir, pero no podía demostrar debilidad, ni miedo por la posibilidad de perder a su mejor amigo, así era el orgullo ruso.
- Por supuesto Andrey. Lago Baikal. Ya Obeshchayu (lo prometo).- Contestó Vladimir mientras daba una última mirada a su amigo.

Bajó las escaleras hacia la entrada de su casa, donde lo esperaban sus hermanos. Se acercó hacia ellos y les dió un fuerte abrazo, mientras hablaba con ellos.
- Por favor cuidense niños. Si yo no regresó, prometanme que no intentarán una venganza. No quiero que se arriesguen. ¿Está bien?- Dijo Vladimir, levantando su meñique para la promesa de la garrita.
- Lo prometemos Vladimir.- Dijeron los niños al mismo tiempo, mientras cada quién tomaba un dedo de su hermano.
Le le dió un beso en la frente a Anya, y despeino el cabello de Ívan, mientras salía de la casa.
Se dirigió hacia un helicóptero de carga militar, abordo del cuál lo esperaba Killjoy, con su esperada armadura.
- Hola, Arudo.- Saludó Vladimir, hablándole al sujeto por su nombre de pila. - Vamos a, revisar mi encargo.-
-¿Qué tal Vladimir? ¿Listo para tu venganza?- Respondió Killjoy, con una sonrisa de confianza.
- Por supuesto, ahora, muestramela.-

Arudo ordenó a sus hombres que bajaran la carga. Dos hombres corpulentos, a los que se dirigía como Jazzo y Ramírez (venían de la parte sur del país, lo que solía ser México) bajaron una caja grande de la parte trasera del helicóptero, estorbosa, de casi 3 mts de alto, y 1.5 mts de ancho.
Al abrirla, ahí estaba: Una pesada armadura, de 2.80 mts de alto, reforzada con acero Hiper-Denso. Un acabado de color arena la hacía lucir muy bien, además de una cómoda cabina de pilotaje, la cuál ocultaría el pecho de Vladimir, así como un casco con una visera de vidrio anti-balas de 5 pulgadas de grosor, el cuál protegería su rostro. Tenía marcados: Una bandera rusa en el brazo izquierdo, así como un número 01 en el derecho.
- Vaya, se ve mejor de lo que esperaba.- Dijo Vladimir, mientras la observaba con atención, y le pegaba con los dedos. - ¿Tiene un nombre?-
- Sí. Su designación es: Zaitzev 01.-
- Cómo el francotirador de la Segunda Guerra Mundial, Vasili Zaitzev, mne nravitsya (me gusta).-
- Solo tienes que subirte y usarla como si fuera parte de ti. Las ametralladoras, así como el lanzagranadas, la espada de Hamonita, y la estaca de diamante, se activan con comandos de voz, en ruso obviamente, para tu comodidad.-
- Bueno, ahora, ¿Como la muevo hasta donde esta Oswald?- Dijo Vladimir, mientras leía un mensaje que le había llegado:

Kill For Live.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora