Fuera De Mi Camino.

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El frío del metal... El frío del metal, podía sentirlo en su frente. Miraba con ira a James, mientras este sostenía su Mágnum frente a él. Se puso a pensar:
- "Tal vez me lo merezco...Tal vez, esto es lo que me merezco... Asesiné a mis compañeros, a mis superiores... Soy responsable de la muerte de niños inocentes... Solo seguía órdenes, pero... Pero eran inocentes... Tal vez mi destino es morir aquí, y fallar en mi última misión, la misión más importante de mi vida... No... No puedo dejar que Diamond ponga sus asquerosas manos en Charlotte, debo protegerla. Deje que esos niños murieran, dispare contra ellos, pero no pienso dejar que vuelva a pasar... No pienso dejar que ella sufra por mi culpa... Voy a salir de aquí, y le arrancaré la maldita cabeza a Diamond... No merezco ser feliz, pero haré todo con tal de que Charlotte lo sea..."-.

MacArthur jaló el gatillo, mientras un poderoso estruendo se dejaba escuchar. Los explosivos que tenían las balas en la punta habían dejado una estela de humo, y Oswald cayó al suelo, con sangre saliendo de su frente.
- Eh... Fue más fácil y aburrido de lo que esperaba.- Dijo James, mientras veía el "cadáver" de Oswald.- Te volviste frágil, como un cristal... Te merecías sufrir más por nuestros camaradas, pero ya estas muerto.- Volteó a ver a sus compañeros.- Ustedes dos, empiecen a cavar y entierrenlo, no quiero que la gente lo vea.- Encendió un cigarrillo y se dio media vuelta, mientras los otros dos movían el cuerpo de Oswald a unos metros de la camioneta.
- ¿Quien se cree que es?.- Dijo Solic, viendo con desdén a su superior.
- Cierra la boca Thomas, no quiero que nos mate.- Respondió Barrett.
- Es que en serio. Se cree tan superior a nosotros que me dan ganas de partirle la cara. No nos ve como sus compañeros... Somos sus trabajadores, esclavos, peones, como quieras llamarnos.-
- Cierra la boca y trae las palas. La paga es buena, eso es lo que me importa.-
- Solo el dinero. El puto... Dinero. Walther, por favor. ¿No quieres llegar a ser algo más?-
- Ya es tarde para eso, cometí errores en los marines y me expulsaron. Ahora esta es mi única opción. Comienza a cavar, carajo...-

Mientras, Oswald esperaba el momento perfecto para levantarse y acabarlos.
La cabeza le dolía por el disparo recibido, pero no era nada grave.
Se voltearon un rato para conversar, dejando sin cuidado la zanja donde estaba Oswald. Ahí aprovecho. Se levantó y transmuto un cuchillo de combate, y se acerco con cuidado a Barrett.
Cuando este hubo volteado, Oswald lo pateó en el pecho arrojandolo varios metros, mientras el otro le disparaba con su fusil en el cuerpo.
Vació el cargador, pero sin ningún efecto en Patton. Este se arrojó en su contra, rompiendole el esternón de un golpe con la palma, haciendo que perdiera aire y sufriera un dolor indescriptible. Al otro lado, Walther desenfundó su pistola y empezó a disparar.
- ¡Patton! Hijo de perra, ¿con que te hacías el muerto, eh?- Gritó MacArthur, mientras le apuntaba con su poderosa pistola.
- En un momento voy por ti MacArthur, solo esperame malnacido.- Respondió el de cabello rizado.

Entonces los dos anteriores empezaron a disparar sin cesar, uno con una Glock 17 y el otro con su Desert Eagle, pero esto no detuvo a Patton, sino que lo enfureció más. Salto sobre Walther, y cayó sobre su pecho con una patada. Entonces Oswald, con ira, le asestó varios cortes en la cara, uno de ellos en el ojo izquierdo. La sangre salía a borbotones, mientras su cabello rubio y bien peinado, junto con su cara y su ropa se llenaban de sangre. Se cubría la cara, mientras lloraba y se retorcía de dolor.

Patton fue acercándose más a MacArthur, quien tiró su arma y se puso en guardia.
- Si eso es lo que quieres hijo de puta.- Dijo, en tono retador.
- Adelante imbecil, no tengo mucho tiempo para tus pendejadas.- Respondió el otro, mientras se quitaba su chaqueta y su chaleco, dejando solo su camisa y corbata.- Tengo que ir a rescatar a mi pequeña.-
- Eso será si sales vivo.-
- Lo mismo digo yo.-

Comenzaron una pelea cuerpo a cuerpo, y ambos intercambiaban golpes con una fuerza tal, que podrían derribar una pared si así lo quisieran. Ambos habían sido compañeros durante toda la guerra, aprendieron juntos, y podían leer sus movimientos a la perfección, aunque esto no evitaba que algunos golpes conectaran de lleno.

Kill For Live.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora