Kill For Live.

Una Confesión Rápida.

Mientras Oswald, Joseph, Chandelier y Cobblestone estaban peleando, el se encontraba detrás de la barra. Sabía que era riesgoso salir con un mercenario buscándole, así como también sabía lo peligroso que era delatar a John Diamond.
Estaba en posición fetal, recargado contra la barra mientras escuchaba los golpes al otro lado, sin querer salir, pues le daba miedo lo que Patton podría hacerle. 
Cobblestone tomó con fuerza a Patton, y lo arrojó contra las repisas que estaban detrás de la barra. Este cayó al suelo, tratando de respirar. Alzó su cabeza, y lo vio a la cara. Se quedaron viéndose mutuamente, hasta que Oswald hizo un ademán de amenaza con sus dedos.
- Sigues tu malnacido.- Dijo el rizado, para luego pararse y saltar sobre la barra.
Entonces, el se paró y trató de correr hacia la puerta trasera del bar, pero Patton lanzó una silla con fuerza, la cual golpeó la pared frente a él, haciendo que cayera al suelo por la impresión.
Luego, Cobblestone tomó a Patton por el cuello, y lo levantó, y el otro se defendió dándole codazos en la cabeza.

Mientras, Joseph y Chandelier continuaban peleando con sus respectivas espadas, y la rusa se sentía cada vez más atraida por el amigo de Patton. En algún momento, sus espadas chocaron, momento en el cual intercambiaron palabras.
- Eres muy bueno con esa espada.- Dijo Chandelier, con una voz coqueta, a la vez que miraba a Joseph directo a los ojos.
- Gracias.- Respondió el otro.- Son mi arma principal, debo practicar mucho.-
- Quizás un día pueda mostrarte algo más querido.- Continuó la chica, mientras miraba de manera atrevida a Joseph, en una clara insinuación.
El otro se puso rojo, no porque se sintiera atraído, sino porque era algo incomodo que le coqueteara alguien con quien estaba peleando.
Luego, ambos saltaron hacia atrás, poniéndose en guardia con sus espadas. Chandelier uso su poder, lanzando con su espada pequeñas llamas con un color azul vivo, las cuales el ojiazul desviaba con su espada. Se estaba comenzando a poner nervioso, pues sentía que la chica en lugar de cansarse solo obtenía mas energía.

- Hijo de puta.- Dijo Patton.- Bajame de una puta vez.-
- No, te voy a partir el puto cuello. Tu aún me debes algo.- Respondió el gigante afroamericano.
Oswald pues, lo tomó de la cabeza, y lo golpeó con su rodilla, justo en la nariz, ocasionando que este comenzara a sangrar profundamente y que soltara a Oswald mientras se ponía las manos en la cara. El rizado tomó una silla, y lo golpeó en la espalda, para luego usar la pata de la misma para apalearlo con la misma. Luego intento hacerle un DDT, pero el otro se reincorporó y lo levanto, arojandolo hacia atras, a un montón de sillas y mesas. Oswald se levantó y sacó una Desert Eagle .45, y al ver esto, Cobblestone se cubrió con una capa de piedra. Corrió hacia el, con la cabeza hacia adelante, mientras Patton seguía disparando. Entonces lo golpeó, tal como un toro a un torero. Oswald hizo duras sus piernas, y ambos estaban aplicando tanta fuerza que el piso de madera del bar estaba rompiéndose. También lograron escuchar que el dueño del bar, quien estaba escondido, había llamado a la policía, y las patrullas estaban sonando a lo lejos. Entonces Oswald se concentró, lo tomó del cuello y apretó con fuerza, para luego comenzar a dar vueltas una y otra vez, hasta soltarlo y arrojarlo con fuerza contra una pared, rompiendo la misma.

Al mismo tiempo, Joseph y Chandelier estaban enfrascados en un intercambio de estoques y cortes, ninguno de los cuales le había conectado al otro. Sus espadas chocaban, y trozos de hielo saltaban hacia todas partes. Pero repentinamente, en un movimiento que Chandelier no previo, Joseph conecto un corte, pero no le hizo daño, pues se había detenido a unos centímetros de su torso.
- Bueno... Realmente me asustaste guapo, pero en tu mirada se ve que no eres capaz de matar a una mosca... Debes de ser un heróe ¿no?- Dijo la peliblanca, mientras recuperaba la respiración poco a poco.
- Eso no es de tu incumbencia. Ahora, dejemos esto. No queremos hacerle daño, solo hacerle unas preguntas.
- No puedo hacer eso querido, me pagaron para protegerlo.- Se acerco a él, y paseo sus dedos por sus brazos hasta llegar a sus hombros. Luego se acercó a su oído.- Aunque... Podría hacerlo si tu y yo salimos... Ya sabes, por algo, tal vez a mi casa, a solas...- Su voz estaba llena de lujuria, lo cual ponía incomodo a Joseph, quien solo atinaba a ponerse muy nervioso.
- Yo... YO.... EH... No.. No lo sé, no se si... Si a mi novia le... Le... Le agrade.- Joseph puso una sonrisa nerviosa, mientras la chica se acercaba a sus labios.
Entonces, Dewey, intentó aprovechar que estaban distraídos para escapar, levantándose y corriendo a la puerta que daba hacia la terraza trasera del local. Oswald se dio cuenta, y sin dudarlo, hizo aparecer una Glock 17, le disparo a la pierna.
Joseph y Chandelier se tiraron al suelo, mientras Oswald se acercaba hacia la chica, quien sacó su espada. El rizado, sin pensarlo, le dio una fuerte patada en el estómago, con tanto poder que salió volando hacia la terraza, atravesando el cristal, y cayendo boca abajo en el suelo, completamente sofocada.
- ¡Oswald! Dijiste que no lo ibas a matar.- Reclamo Joseph.- Dijiste que no ibas matar a nadie.
-No te preocupes Elsa, no lo voy a matar, solo no puedo dejar que escape.-
Oswald se acerco hacia Dewey, quien yacía en el piso, sujetando su pierna. Oswald se agacho, y con mucha fuerza dejó caer su dedo en el orificio de la bala, enterrandolo y retorciendolo dentro de la carne del ayudante de Diamond.
- Dime lo que necesito saber Dewey.-
- Ah....- Gimio de dolor el otro.- ¿Porque quieres saber de la niña?
- Bueno, eso es porque ES MI HIJA. Y no puedo dejar que esa rata de Diamond la toque. Ahora responde.-
- Oswald, ¿no crees que estas siendo muy brusco?- Preguntó Joseph, preocupado, mientras observaba como la sangre salía de la pantorrilla de Dewey.
- No, he hecho cosas mucho peores. Solo necesito que hable.- Incrementó la fuerza con la que presionaba con su dedo, haciendo un ruido extraño y nauseabundo mientras la carne se rompía, y Dewey rascaba la madera del piso con sus uñas, señal de que sentía un tremendo dolor.
- Ya... Basta, ¡por favor! Te diré lo que quieras, pero basta.- Gritó Dewey mientras algunas lágrimas salían de sus ojos.
- Eso es lo que quería escuchar. Ahora, HABLA MALDITO CERDO.-
- Si, esta bien. Tu... Hija... Esta en un motel en la salida de Echoes, en la carretera que va hacia Chensbourgh. El motel se llama "Las palmas". Esta en la habitación 15, en el segundo piso.-
- ¿Hay guardias? Si es así, dímelo.-
- Eh, si.. Hay tres guardias armados en la habitación con ella, además de otros dos cuidando la puerta, y cinco más en el estacionamiento.-
- ¿Que armas llevan?-
- No lo sé ... Fusiles de asalto creo, escopetas y una ametralladora ligera. Es todo lo que se.-
Oswald tomó un tenedor y lo introdujo en la herida, ocasionando que el otro soltara un grito, producto de un dolor inenarrable.
- Yo se que eso no es todo.- Dijo Patton.
- Oswald, detente. Lo estás lastimando.- Dijo Joseph.
- Joe, cierra la boca. Por eso eres Héroe, tienes la sangre muy tibia como para hacer este tipo de cosas. Necesito que esta mierda hable.- Joseph se quedo callado, con unas ganas de reclamarle a Oswald que difícilmente podría tragarse, pero en esta situación, era entendible que estuviera enojado.- Ahora, Stephen, responde la pregunta.-
- Ah... Solo saca... El puto... Tenedor ¿si? Diamond esta a punto de salir a una reunión en una ciudad cercana, no se en donde, eso es secreto. Lo que si se es que tu momento es ahora, si Diamond se entera que te lo dije, se llevará a Charlotte a otro lado, que solo conocerán el y Patrick, su asistente.
- Creí que su asistente se llamaba Azazel.-
- "Renunció" hace 2 semanas. Por "renunció" me refiero a que Diamond lo mató.-
- Que loco... ¿Eso es todo?-
- Si... Te lo juro.-

Cobblestone salió del orificio de la pared donde Patton lo había clavado, y se empezó a mover lentamente, mientras al fondo las sirenas de las patrullas sonaban cada vez más fuerte. Intentó lanzarse sobre Patton, pero Joseph lo vio a tiempo y lo detuvo, lanzando una onda de aire gélido a la que el llamaba "ice cannon" congelando a Cobblestone durante pleno vuelo, dejandolo como una estatua.
- ¿Se va a recuperar?- Preguntó Patton, mientras veía al gigante.
- Si... Puede respirar debido a que el hielo que lanzó tiene poros que permiten la respiración.-
- Es bueno saber eso.-

Chandelier también se levantó, y tomó su espada. Pero Oswald volteó y le apuntó con un arma, al mismo tiempo que afuera se escuchaban varios autos llegando y algunos oficiales bajaban de los mismos.
- Con un carajo, lo que faltaba.- Dijo Patton, mientras veía a la entrada.
- Te dije que no le dispararas a nadie Oswald.- Recriminó Joseph, mientras un oficial de policía entraba al Bar, apuntandoles con una escopeta.
- ¡Quietos! ¡Policía de Echoes! Todos sueltes sus armas y arrojanlas hacia mi.- Dijo el oficial, de nombre Julián Torres, como se había percatado Chandelier.
- Oficial Torres, podemos explicar esto.- Dijo la peliblanca, mientras ponía su espada sobre la barra.- Lo que ha pasado aquí es...-
- Quieta maldita... Ya se lo que pasa, ¿porque hay un hombre congelado?-
- Oficial Torres, baje su arma, lo que pasa aquí es que es un pequeño pleito entre...-
- ¡Callate! Suelta tu arma y arrojala hacia mi.-
Algunos oficiales más se estaban acercando a la escena, con subfusiles, escopetas y pistolas, todos apuntando a Joseph, Oswald y Chandelier. Mientras, detrás de ellos, Dewey se arrastraba, tratando de salir de la escena.
Oswald soltó su pistola, a la vez que, en la otra mano, hacía aparecer una Granada.
- Oswald... Los vas a matar si lanzas eso.- Murmuró Joseph.
- Tranquilo... Es una granada de humo, nos permitirá escapar... Psst, Chandelier.- Dijo Patton, hablandole a la rusa.
- ¿Que mierda quieres?- Respondió la otra.
- No abran los ojos ni respiren hasta que se los diga.-
- ¿Porque haríamos... Oh, ya veo, esta bien. Debo llevarme a este imbecil de aquí.-

Oswald pateo su arma hacia el grupo de policías, mientas que con su mano derecha, activaba la granada y la lanzaba.
De pronto, todo el bar se lleno de un humo denso, que no les permitía ver ni respirar a los oficiales.
Inmediatamente después, Joseph y Oswald salieron corriendo hacia la terraza, para saltar y correr por un lado del Bar hacia el estacionamiento y rápidamente subir a su auto, mientras, por el otro lado, Chandelier cargaba a Dewey, tomando una de las camionetas de los policías, y partiendo hacia la casa de Richard Diamond, pues ahí podría poner a salvo a Stephen.

Ambos vehículos salieron hacia lados contrarios de la calle, mientras los oficiales pedían refuerzos para perseguirlos.

Oswald y Joseph partieron hacia el Motel donde Dewey les había dicho que estaba Charlotte, pero no sabían que Diamond había visto todo mediante el hackeo de las cámaras del bar, y que ya había ordenado el traslado de Charlotte a otro lugar, una casa en medio de las montañas, protegida por un extenso bosque que la hacia inperceptible desde el aire.
- Oswald, la policia nos busca, ¿que vamos a hacer?- Dijo Joseph.
- No te preocupes mí amigo cubo de hielo. Dejaremos el auto en un lugar donde se que nunca lo encontrarán... El lago. Lo hundiremos, de ahí iremos a la casa donde nos cambiaremos de ropa y tomare armas y municiones. Por cierto, creo que a esa chica rusa le gustas. Y tiene un buen par de...-
- No sigas... ¿Acaso me estas diciendo que le sea infiel a Gabrielle? Porque si es así, no lo haré.-
- Ya, ya, esta bien. Solo digo, que a esa chica le calientas el asunto, y... -
- Basta, se supone que estamos tratando de rescatar a Charlotte ¿no?-
- Lo siento... Solo trato de distraer mi mente ¿si? Eso es todo. Aun no puedo dejar de pensar en Charlotte, en Natsuki, y en esa chica Erena... Todo ha sido tan raro. Estoy muy jodido y cansado Joseph, por primera vez en años, quiero tener vacaciones y alejarme de todo unas semanas.-
- Esta bien Oswald, descuida. Después salimos de vacaciones, como amigos. Creo que todos necesitamos un descanso. Hace unos pocos días que una anciana murió porque no pude llegar a tiempo a evitar un asalto.-
- Que fuerte... Pero, tu eres de los buenos, al menos a ti no hay quien quiera matarte... Supongo que es una ventaja.-
- Claro que si... Soy un héroe, me dedico a arrestar villanos y criminales, hay mucha gente que me quiere muerto.-
- Pero al menos no saben quien eres, ni quien es tu familia, ni nada... Es la ventaja de tener una identidad secreta.-
- Si... Supongo.-

Ahora tenían lo que necesitaban, pero las cosas no serían tan fáciles como ellos desearían.