La violencia reina en un mundo apocalíptico donde se encuentran los protagonistas de los libros de Percy Jackson y los Olímpicos y los Héroes del Olimpo. Todos deben luchar por mantenerse en pie y el peor peligro no es ni por asomo los zombies.
Acl...
Cerbero guardaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar.
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Thalia:
¿Era correcto lo que estaba haciendo? A mí parecer si, estaba completamente justificada.
Afirmando el agarre a la correa de mi mochila miré una última vez hacía atrás, el campamento media sangre. La luz del amanecer le otorgaba un carácter cálido y tranquilizado. Repentinamente sentí un deseo de decirle a Phoebe que me equivoqué, que ser cazadora no era realmente lo que quería.
Entonces sacudí mi cabeza. El campamento siempre sería mi hogar, eso no significaba que debía estar en él. El hogar es donde el corazón está, mi corazón se quedará aquí, en este pacífico rincón del país, en la suavidad de las aguas al acaricias la tierra rocosa, en las sonrisas de las personas que amo, en el ceño fruncido de mi hermano al verme marchar. Mi corazón está enterrado a dos pies bajo tierra junto con Luke Castellan.
Suspiré suavemente intentando tranquilizar mi tormentosa mente. Fui consciente de mi caminar; con los hombros caídos, resignada al exilio que yo misma me había buscado, tristeza inundando mis facciones.
Yo no era esta chica depresiva. El mundo no ayuda a las chicas inteligentes, ¿por qué lo haría? Somos demasiado fuertes y peligrosas. Recuerdo a Annabeth diciendo eso cuando me consolaba:
"-Si el mundo va contra ti, no decaigas, tómatelo como un cumplido."
Ahora en vez de tristeza estaba encolerizada. ¿Fue necesaria tantas muertes? ¿Que quería ganar el maldito mundo con esto?
Sentía chispas volar alrededor mío.
No.
El hilo de pensamientos en mi cabeza se cortó. Yo debía ser fuerte, los héroes no son más valientes que las personas normales, simplemente son valientes cinco minutos más que el resto. Yo iba a sobrevivir esto, sería valiente, conseguiría traer lo que Annabeth pidió: libros y medicinas. Si Nico Di Angelo (el mismo que vi por primera vez frente a mi casa cargando a su hermana herida) era inmune entonces había una esperanza.
Me erguí y aceleré mi pasó hasta llegar al lado de Phoebe, quién iba liderando la marcha.
-¿A donde nos dirigiremos? -le pregunté con energías renovadas.
-Seguiremos las huellas de los monstruos que nos atacaron y llegaremos al lugar del que provienen. Laboratorios Gaia debe tener cosas interesantes dentro.
