32. PANDORA

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Primera mujer creada por Prometeo. Se le dio una caja, la cual no debía abrir bajó ninguna circunstancia. La joven, vencida por la curiosidad, desobedece y libera todos los males del mundo.

A veces uno simplemente tiene demasiadas cosas para sentir y no puede sentir nada, en otro momento, quizás tengas igual de cantidad de cosas que sentir

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A veces uno simplemente tiene demasiadas cosas para sentir y no puede sentir nada, en otro momento, quizás tengas igual de cantidad de cosas que sentir... y las sientes llenando tu pecho de diferentes sensaciones que de superponen y necesitas sacar de ti. El problema es cuando no hay nadie que pueda ayudarte.

Sentados a la orilla del lago se encontraban dos completos desconocidos; Nico Di Angelo y Reyna Avila Ramírez Arellano. El chico al fin se había cambiado, bañado y curado sus heridas aunque de alguna manera agradecía que Will no pudiera verlo de esa manera, su cara apenas se reconocía por la cantidad de golpes que le habían propinado, estaba cojo de la pierna derecha y tenía cortaduras por todo el cuerpo. Reyna, a diferencia suya, no estaba tan golpeada, y además gozaba de una belleza tan grande y luminosa que sus heridas no la hacían parecer menos, sino mucho más dura, dejándote ver que no era una débil.

Quizás fue su postura confiada lo que lo llevó a Nico a sentarse a su lado en silencio, quizás haya sido que debía agradecerle pero no encontraba palabras con las cuales hacerlo. Aunque eso no importaba, de todas formas se encontraba allí, sentado en el suelo, arrancando nerviosamente con sus manos un poco de pasto.

Reyna ni siquiera lo había mirado, simplemente quería darle todo el tiempo que fuese necesario para que hablara. Tarde o temprano lo haría.

-Gracias. -fue lo que salió simplemente de sus labios. La chica se volteó y le sonrió suavemente, apenas se levantaban las comisuras de su boca.

-No es tu culpa todo esto, ellos no debieron hacerte eso.

Dentro de la mente de Nico, los insultos que habían utilizado se repetían, aunque la agresión física y los insultos como "hijo de puta" o "idiota" no le afectaran había algo que no podía sacarse de su cabeza. Todo el mundo, de manera tácita o explícita, lo responsabilizaba por todo lo que estaba pasando. Esta guerra era su culpa.

No iba a mentir que muchas veces se le pasó por su cabeza entregarse, dar por finalizado todo. Que ellos hagan un borrón y cuenta nueva sin él.

Levantó la vista y enfocó los ojos marrones de Reyna, si no fuera por ella... no iba a decir que no estaría vivo, supuso que hubiera dejado que le peguen un buen rato más, se hubiera levantado y... tendría que haberlos matado, o por lo menos a algunos de ellos.

Nico no era débil pero ¿y si no podía cargar con todo ese peso? Usar una mochila tan pesada no puede ser bueno.

-Pero tenían razón, si fue mi culpa. Completamente mi culpa. Debería entregarme y acabar con esto. Por mi culpa se destruyó tu Campamento, todo por lo que luchaste.

Reyna abrió grande los ojos un segundo, Nico dijo exactamente lo que sentía, ella había trabajado duro forjando la comunidad para que  de nuevo los problemas la encontraran. Pero no lo responsabilizaba. No era su tarea repartir culpas y castigos.

Survivors • {heroes del Olimpo AU}  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora