La violencia reina en un mundo apocalíptico donde se encuentran los protagonistas de los libros de Percy Jackson y los Olímpicos y los Héroes del Olimpo. Todos deben luchar por mantenerse en pie y el peor peligro no es ni por asomo los zombies.
Acl...
En la mitología griega, Eros era el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad.
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Jason:
El día había comenzado bien, cualquier día que no me levantara en la cama de Drew era uno bueno. Estaba en mi celda y sabía que era temprano porque podía escuchar a Travis roncar sonoramente. Me senté en mi cama esquivando el brazo de Percy desde la cama de arriba.
Espere tranquilamente al guardia que llegó a la hora de todos los días para anunciarnos que era nuestro turno en las duchas y desperté a los chicos. Los cuatro caminamos por el pasillo de celdas y entramos al baño, cuando termine me volví a poner la misma ropa y salimos de allí. Ya era la hora del almuerzo así que fuimos al comedor y me senté en la mesa Zeus, no había otra persona que no sea yo. Percy estaba también solo y me hacía caras graciosas desde la mesa Poseidón. Los Stolls estaban en una mesa llena de gente, no entendía aún porque los hacían comer incómodos cuando a mí me sobraba el espacio.
De todas formas mi comida era una miseria. Un tomate y un diminuto pedazo de carne, si le hubieran puesto una hojita de perejil o alguna salsa arriba hubiera contado como comida Gourmet aunque sabía que me tocaba esta miserable ración ya que Octavio me odiaba, decía que tenía un carácter que controlar.
Vi a Piper en la mesa Afrodita con la cabeza agachada y en la esquina contraria de la de Drew. La chica asiática estaba bastante golpeada por el otro día, la chica rubia que ahora hablaba tranquilamente con un chico Atenea le había dado su merecido el otro día. Me resultaba familiar, ya la había visto antes pero como mi vista no es la mejor y como se me rompieron mis lentes no lograba enfocarla bien.
-Grace. -me di vuelta a mirar al chico que se sentó en frente mío. Octavio, que divertido.- Quería hablarte un momento.
-¿a que se debe este cambio de actitud? Pensé que solo hablábamos si me estabas golpeando.
-No me parece tan divertido como antes, quizás lo deje para otro momento. Ahora hay otra cosa...
-¿que es?
-Bueno, es simple, necesito que salgas con la misión de caza de esta semana. Hay unos cuantos fugitivos aún y no se me ocurre nadie más que tu para dirigir las tropas. Sé que no te vas a negar.
-Estoy adentro entonces. No parece que tenga ninguna opción. -Por dentro saltaba de felicidad. ¡Si, si, si! Escaparé, llegare al infame Campamento Media Sangre y con mi ayuda derrotaremos a Cronos. Liberaré a mis amigos y nos iremos.
-No te noto muy desanimado para cumplir con lo que te pedí... -me encogí de hombros, no debía mostrarle mis intenciones- de todas formas solo te voy a advertir algo. No te elegí porque confíe en ti, te elegí porque sé cómo manejarte.
-¿ah si? -si había algo que Octavio no me daba era miedo.
-Si en una semana no vuelves con los que quedan por atrapar torturare hasta la muerte a Piper McLean.
