9 meses

Capitulo 2

"Problemas"

Habían pasado 3 semanas desde aquella fiesta, la peli-azul seguía sin recordar la noche pasada, pero no le intereso. Todo iba bien en clases, como siempre las primeras en terminar y en comprender el tema aplicado.

Biología Marina era lo que ella estudiaba, y estaba feliz con su decisión. Al escribir su visión se volvió borrosa, un mareo golpeo su cabeza. Sostuvo esta con dolor, no pudo aguantar más para correr hacia el baño como relámpago.

Las nauseas abundantes, además de la inflamación en su vientre, los mareos, la fatiga, los antojos se volvían más cotidianos. Claro, pensaba que era alguna enfermedad lo que poseía.

Vomitó en el inodoro una vez más, quien llamo la atención de su amiga perla estaba ahí.

—¿Qué sucede? —preguntó con desagrado.

—Nada, solo... —vomitó más.

—Eso no parece nada. ¿Qué tienes? —preguntó con más seriedad, se recargo sobre la puerta del cubículo.

La morena comenzó a explicarle sus síntomas, más algunos cambios que notaba en su cuerpo, como el crecimiento espontáneo de sus pechos más el dolor.

—Lapis, tú no crees que... —la voz de la chica era temblorosa, Lapis tardo en entender a lo que se refería, examino un poco sus síntomas y entendió que trataba de decir la peli-melocotón.

—¡No! Claro que no, yo no lo he hecho. —la oji-azul no tardo en tomar de su bolso una prueba de embarazo, la peli-azul miro a esta con confusión. —¿Por qué traes uno?

—No importa, solo hazlo. —la morena lo tomó, algo dudosa entro al inodoro y puso el cerrojo, mirando continuamente la prueba preguntadose en las posibilidades.

Minutos después esta salió cubriendo su boca, se reflejaba el miedo, el nerviosismo y la sorpresa en su rostro.

—¿Qué sucede? —preguntó al notar la expresión de la oji-índigo, le entregó aquel test y esta dio un pequeño salto al ver la respuesta.

—Estoy embarazada... —la voz de la morena se volvió aguda y con sollozos, la sorpresa que se llevo le provoco emociones mezcladas.

—¡¿Quién es el padre?! —exclamó, pues obvio tendría que saber, pero no era así.

—Yo... no recuerdo —la mente de la morena estaba en blanco, la sorpresa le había borrado la memoria mágicamente, en ese segundo solo quería que fuera un sueño.

Lapis no se acordaba de esa noche, o tan siquiera de ese día. Su memoria estaba perdida, maldito alcohol qué la hizo olvidar. El problema que tenia, los problemas que vendrían si no encontraba al padre.

Era una mujer madura, 18 años, casi 19, estaba en condiciones de tener un bebé. Pero esto arruinaría sus estudios, su carrera, su vida.

Tenia que encontrar al padre con rapidez, tan siquiera el tendría el cargo.

—Lapis... ¿estas segura que no lo recuerdas? —preguntó nuevamente, tomando a la peli-azul por los hombros.

—No. —ninguna otra palabra fue añadida.

—Trata de recordar, solo su aspecto. Nos servirá en algo. —la oji-celeste miraba como esta sudaba, pasaron minutos y lo que dijo fue lo siguiente:

—Creó que era rubio, tez blanca, ojos claros... y usaba gafas. —fue lo único que recordó, y no del todo bien, su mente estaba borrosa.

—Oh, oh...

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