Cuando el profesor de química anunció que habría un examen al día siguiente, decidí estudiar antes de dormir. Sin embargo, me sentía como si estuviera tratando de resolver una sopa de letras. Pasaba de página en página sin entender nada. Las matemáticas y la química me abrumaban. Finalmente, tomé la decisión de apagar la luz y recostarme en la cama. Me sentí aliviada por lo cómoda que era. Hacía tiempo que no dormía de esta manera, con estrés y preocupaciones. Por lo cual, no podía dejar de pensar en la nota que obtendría en el examen y en cómo afectaría todo lo que había construido hasta ahora.
O tal vez estaba exagerando.
Cerré los ojos e intenté volver a dormir, sintiendo cómo el sueño se apoderaba lentamente de mí. Finalmente, me quedé dormida.
En mi sueño, los ojos de Logan me miraban fijamente mientras me sonreía. Las comisuras de sus ojos se arrugaban, lo que lo hacía aún más atractivo. No podía apartar la mirada de él; era como si estuviera hipnotizada.
—Eres tan hermosa, Lindsey —me dijo.
Me quedé inmóvil.
Se acercaba lentamente, y mis nervios aumentaban. Sentí sus labios chocar con los míos. Cerré los ojos, pero cuando intenté seguir su ritmo, todo a mi alrededor comenzó a desvanecerse.
Desperté de golpe, con la frente sudorosa. ¿Por qué había soñado con él? Era extraño. Después de todo, ¿por qué soñar con Logan? Me sentía como si estuviera perdiendo la cabeza. No tenía sentido. Además, ni siquiera me gustaba. Debía estar volviéndome loca.
Miré hacia arriba y noté que había dejado las cortinas abiertas de nuevo. Ahí estaba él, mirándome. Sostenía un cigarro entre sus dedos.
—¿Una pesadilla? —preguntó.
—¿Qué importa? —respondí.
—Era conmigo, ¿verdad?— inquirió, tomando una calada de su cigarro.
Su pregunta me tomó por sorpresa.
—¿Cómo lo sabes?
—Gritabas mi nombre —dijo como si fuera la cosa más normal del mundo.
—Es que eres muy raro —intenté hacer un chiste, pero no pareció impresionarle. —Bueno, solo estaba bromeando. Deberías sonreír.
—Sonreír es una pérdida de tiempo, en mi opinión —desvió la mirada.
—Sonríe, la vida es corta, Logan —le dije, y sonreí.
En su rostro apareció una pequeña y burlona sonrisa. Parecía estar tratando de no reírse.
—Esa es la frase más cliché y tonta que he escuchado. ¿La sacaste de Facebook? —Apagó su cigarro, y de repente, empezó a reírse.
Tenía una risa encantadora que me hizo sentir escalofríos. Quería escucharla para siempre. Parecía tan feliz, lo cual era raro de ver en él, más allá de su apariencia ya extraña.
—Creo que te mordiste la lengua.
—Cállate, esta es la excepción —sonrió, pero luego se dio cuenta de lo que estaba haciendo y volvió a ponerse serio. —Buenas noches.
Volvió a entrar en su habitación, dejándome confundida por todas las emociones que experimenté en ese momento.
"Debes estar volando muy alto".
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Lo que nos unía
Teen FictionEn un nuevo comienzo en una ciudad desconocida, Lindsey se encuentra en un mundo completamente ajeno. Sus padres se mudaron por trabajo, y mientras intenta adaptarse a esta vida llena de cambios, un inesperado vecino entra en escena. Logan, su enigm...