4 días después

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El dolor de cabeza se intensificaba hasta el punto de ser insoportable. Sentía como si un martillo golpeara sin piedad mis sienes. Cerré los ojos, tratando de encontrar algo de alivio en la oscuridad. Me lamenté internamente por haber bebido tanto la noche anterior; estaba claro que no tenía experiencia en ello. Temía que mis padres se enteraran y eso solo añadiría más problemas a mi vida. Mis pensamientos divagaron mientras intentaba recordar cómo había llegado a esta situación.

Cuando las clases terminaron, caminé de vuelta a casa a un ritmo pausado, aprovechando la tranquila tarde. El cielo estaba cubierto de nubes, el viento soplaba suavemente, y un silencio reconfortante reinaba en el ambiente. Mis auriculares llenaban mi mundo con música, brindándome un pequeño consuelo.

De repente, una mano se posó en mi hombro, y no pude evitar saltar del susto.

—No quería asustarte —dijo Jackson, en un tono de disculpa.

Parecía estar agitado, lo que me hizo suponer que había corrido varias cuadras para alcanzarme.

—¿Necesitas algo? —pregunté después de unos segundos de silencio.

Jackson pareció dudar antes de hablar.

—Estoy organizando una fiesta en mi casa —dijo con una sonrisa incómoda—. Quería invitarte. Tu novio, Logan, también va a estar.

—¿Qué?

La noticia me tomó completamente por sorpresa, y por la expresión de Jackson, supe que mi reacción no fue la adecuada.

—Ustedes son novios, ¿verdad? —preguntó. Negué de inmediato—. Bueno, de todas formas, deberías venir.

—Lo pensaré —respondí.

Jackson sonrió en respuesta, pero su mirada se quedó fija en mí, lo que me hacía sentir incómoda. Miré hacia abajo, sonriendo sin razón aparente, y de repente, Jackson depositó un beso en mi mejilla antes de correr y desaparecer de mi vista.

No sabía cómo reaccionar ante su inesperado gesto. Todo había sucedido tan rápido. Apenas conocía a Jackson lo suficiente como para que hiciera eso, y me sentía confundida respecto a mis propios sentimientos. Sin embargo, por más que lo pensaba, no lograba encontrar rastro de enojo en mí. Extrañamente, una emoción crecía en mi interior.

Al llegar a casa, me dirigí a mi habitación y comencé a desvestirme. Me percaté de que, una vez más, había dejado las cortinas abiertas, y al levantar la vista, vi a Logan en su ventana. Sus heridas estaban sanando, y solo tenía un moretón alrededor del ojo.

Desvió la mirada momentáneamente.

—Esto me parece familiar —dijo con una sonrisa divertida.

—Eres un cómico —respondí sarcásticamente.

—Lo sé.

Continué buscando una camiseta en el cajón mientras escuchaba a Logan saltar a mi balcón. Cuando volví a mirar, todavía estaba en sostén, así que rápidamente me puse cualquier camiseta para evitar una situación incómoda con Logan.

—¿Puedo decirte algo? —preguntó Logan con cautela.

Le dirigí una mirada interrogante.

—¿Qué quieres decir?

—¿Vas a ir a la fiesta de Jackson?

—No estoy segura, pero lo estoy considerando. ¿Tú vas?

—Pensaba en llevarnos a nuestro lugar especial -dijo con una risa nerviosa—. He notado que habrá luna llena. Podríamos ir y pasar una tranquila noche juntos.

Lo que nos uníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora