emo trinity mexican |peterick; frerard; joshler; brallon|

uno; [stumph]

NOTA:

Han pasado seis años de que comencé a escribir este fanfic, y a todos los nuevos lectores que lleguen a partir de ahora quiero advertirles que este fic es malo. Si se quieren entretener, adelante, pero debo advertir que hay agujeros en la trama y algunas incoherencias por escribir cada capítulo de manera improvisada y también tiene chistes funables, pero escribí esto a los 16 y en el 2017, pls be nice.

Pero bueno ya a la verga, sin más preámbulos, puedes continuar.

...

La alarma de Patrick se activó a las cinco con cuarenta y cinco minutos. Las primeras notas de "Reggaeton Lento" sonaron a un volumen moderado, logrando despertar a nuestro personaje.

—Me lleva la chingada—se quejó Patrick, queriendo arrojar su LG Galaxy 5s plus por la ventana. Pero recordó que su madre apenas estaba terminando de pagar su celular y la casa gracias al súper héroe de las amas de casa mexicanas: Banco Azteca. Entonces se limitó a apagar la alarma, se levantó con pesadez y se puso su uniforme.

Una vez que estuvo listo, se volvió a meter entre las cobijas; y al darse cuenta de lo temprano que era, programó su alarma para diez minutos después.

"Sólo diez minutos más, chingue su madre" se dijo.

...

Veinte minutos después su jefa entró bien emputada a su cuarto, con el vaso de la licuadora en una mano y la cáscara de un plátano Chiapas en otra.

—QUE SU PINCHE MADRE, TE QUEDASTE DORMIDO OTRA VEZ PINCHE CHAMACO —le reclamó su madre mientras le pegaba en la cara con la cascara de plátano Chiapas.

—Perdón, perdón—se disculpó Patrick—. No vuelve a pasar.

—No, no va a volver a pasar, porque ahora yo te voy a venir a despertar como niño chiquito, chingá—le dijo su madre molesta. Se dirigió a la puerta, pero se detuvo al analizar la habitación.

—Mamá...

—Te he dicho un chingo de veces que no revuelvas la ropa limpia con la sucia, ¿En qué quedamos?—dijo alzando la ropa—. Llegando de la escuela me recoges todo este chiquero, por favor.

—Sí, mamá—dijo Patrick con tono monótono.

—Ya tienes dieciséis y aún no puedes hacerte responsable ni de tu propia habitación, debería darte vergüenza.

—Entendí...

—Ahora te me vienes a desayunar. Muévelas.

La señora Stump abandonó la habitación. Patrick la arremedó mientras recogía su ropa del piso, la cual posteriormente juntó con la ropa sucia que se apilaba en su habitación y las puso juntas en una canasta.

Mas tarde iría a la lavandería de su barrio, ya que la lavadora de su casa estaba descompuesta desde hacia semanas.

Finalmente bajó a desayunar, y se sentó frente a un vaso de licuado de plátano y un pan. Comió a la velocidad de la luz, se lavó los dientes y se peinó.

—Ya me voy, ma— le dio un beso en la mejilla a su madre, quien lo persignó y le devolvió el beso.

Tomó su bicicleta y se fue a todo pedal hacia su escuela mientras en su LG Galaxy 5s Plus sonaba la de "La bicicleta".

A tu manera, descomplicado,
en una bici que te lleve a todos lados;
un vallenato desesperado,
una cartica que yo guardo,
donde te escribí,
que te sueño y que te quiero tanto.