veintiséis; "pero hasta ahí"

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Brendon y Josh se encontraban joteando en la sala cuando tocaron la puerta.

Les doy una pista. Es atractivo, tiene ojos azul laguna, cabello alborotado café caca, actúa como amigo del Brayan, acaba de terminar con su morra... Ah, y también mide dos metros.

—¿Dallon? Qué milagro, wey, creí que...

—¡Brendon! Necesito hablar contigo—dijo.

—¿Pues qué es urgente o qué?

—Simón. ¿Podemos hablar a solas?

—No es momento ahora, estoy con-

—Brendon qué pedo. —Josh se asomó por la puerta, interrumpiendo—. Me dejaste solo y tu pinche perro cachondo se empezó a coger mi pierna... Ah, hola, Dallon.

Al mencionado le dio un tic en el ojo. Estaba emputado. Con trabajos saludó a Josh tratando de parecer neutral, pero dentro echaba humo.

Pero él juraba que no estaba celoso.

—Josh—dijo Dallon con cara de :) —. Necesito hablar con Brendon. A solas.

—Ah chale, ya qué. Iré por mis chunches y me paso a retirar.

Así que eso hizo, se despidió y se fue antes de que llovieran los vergazos.

—Ahora sí, explícate.

—Es que... Te extraño mucho wey.

—Ajá...

—Y quiero que le dejes de hablar a Josh—dijo directamente y sin rodeos, como tu ex el tóxico.

—¿Qué?

—Es que me estás cambiando por él, y... Yo soy tu compa. No Josh.

—"... pero hasta ahí". ¿Recuerdas cuando me dijiste eso?—el menor recordó con tristeza—. Me friendzoneaste, me lastimaste y ahora estás celoso de Josh cuando él es mi quedante, tú eres mi amigo. Así que no hay razón para que te pongas en ese plan. Ocupan dos papeles distintos en mi vida. ¿Entiendes?

Brendon comenzó a elevar el volumen. Entonces cerró la puerta de la casa, pensando en que los vecinos podrían escuchar todo el chisme. Y no les iba a dar ese lujo. No ésta vez.

—Relaja la raja...

—¿Y cómo verga quieres que me sienta?—El más bajo comenzó a retroceder hasta la sala—. Tú nunca me quisiste de la misma forma en que yo lo hacía, Dallon. Nunca.

—¿Hacía?

—Así es. Ya no más, cabrón.

—Tú aún me amas, no te hagas del rogar—El mayor seguía insistiendo en que debía de salir triunfante. Quería que Brendon aún lo deseara, lo siguiera y lo amara para satisfacer su ego. No podía permitir que lo dejara de perseguir de un día para otro.

—Y tú no puedes soportar el hecho de que esté intentando seguir adelante—. Brendon ya estaba llorando-. Tienes el ego tan alto como tu pinche altura que no te pones a pensar en cómo afectan tus palabras acciones o acciones a los demás. Eres un asco, y dices llamarte mi amigo cuando eres la persona que más me ha hecho daño en toda mi vida.

La tensión sexual era evidente. Ambos se miraron, sabiendo lo que ambos querían. El silencio reinó durante un par de segundos.

Brendon se acercó un poco, y esa fue una señal para que Dallon finalmente lo atrajera hacia él y comenzó a besarlo de manera demandante y rápida. No quería escuchar ni una palabra más de su amigo que no fuera su nombre gritado y bien dicho.

—¿Qué verga, Dallon?—le preguntó Brendon cuando se separó de él.

—Perdón...

El azabache lo miró, confundido. Entonces mando a la verga todo y esta vez fue él quien lo besó. Brendon seguía tan alterado que no podía procesar qué estaba haciendo, sólo sentía las manos del más alto en lugares donde jamás pensó que lo tocaría.

emo trinity mexican |peterick; frerard; joshler; brallon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora