veintitrés; vamos a hacer la declaración

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Ya no había marcha atrás.

Patrick se limitó a mirarlo con confusión. Marie veía desde unos metros atrás con esperanza, al igual que las otras chicas. Los demás que se encontraban en las mesas cerca de ahí también miraban como viejas chismosas el momento.

Pete, por su parte se estaba cagando de miedo. Las rodillas le temblaban, casi al mismo ritmo que la muñeca tras su espalda que sostenía la flor robada de la jardinera de la escuela.

—¿Qué pasa, Pete?— preguntó Patrick.

—Y-yo...—. Tomó aire y dejó que las palabras salieran a lo pendejo—. Patrick Stump. Hoy he venido a pedirte que seas... el paraguas de mi aguacero, la piedra de mi molcajete, la tapa de mi tupper... El Wisin de mi Yandel, el Chino de mi Nacho, el Emmanuel de mi Mijares, el barrio de mi Paquita, el maíz de mi pozole, la salsa de mis tacos, la navaja de mi Brayan, la hoja de mi tamal...

Marie le hizo una seña a lo lejos para que se detuviera.

—¿Qué?—. El pobre Patrick no entendía ni mierda. Encima, aún estaba en la resaca por la noche anterior.

—Bueno, como dice mi primo el Awsten—. Pete ya no sabía qué más decir, entonces le tendió el ramo de flores y no pudo evitar que su chaka interior volviera a salir a la luz—. Yo Querétaro Metepec mi Chilpancingo por tu Culiacán.

Marie se dio una facepalm y azotó su cabeza contra la pared repetidas veces mientras Meredith le daba palmaditas en la espalda para que evitar que le diera un ataque. Elisa, por su parte se estaba cargando de risa, Meagan se tragaba una torta y Joe miraba con indiferencia. Bueno, ahora imaginen la cara de Patrick.

—¿Qué verga está pasando?—preguntó Brendon entrando a la cafetería junto a Dallon.

—Shhh—lo calló Meredith—. Estamos en medio de un posible fail.

-MÁMATE QUE EL PIT YA SE LE ESTÁ DECLARANDO AL PATR-

—¡Cállate!—le pidió Elisa a Dallon.

—Quiero vomitar—dijo Marie tratando de no desesperarse.

—Eh... Nosotros los dejamos solos—dijo Joe levantándose de la mesa. Posteriormente le dio una palmadita discreta a Pete, como deseándole suerte, y le hizo una seña a las seis morras para que se salieran. Y eso hicieron...

Pero obviamente espiarían todo desde la ventana más cercana a la mesa.

—¿Qué le está diciendo?—preguntó Joe sosteniendo los binoculares.

—Ay no sé, güey; no tengo un oído supersónico—respondió Marie—. Elisa, ¿Crees poder ir a grabar algo? Siquiera el audio.

—Déjame ver qué puedo hacer—respondió la morra de cabello rizado—. Voy a tener que entrar sin que me vean, igual y puedo transmitir en vivo en instagram y así lo ven en tiempo real.

—¿Qué hongo mi champiñón?—saludó Vic llegando—. ¿Qué hacen aquí escondidos?

Los siete estaban pegados a la ventana tratando de que el cartel con el menú de la cafetería los tapara lo suficiente.

—¿Qué haces tú aquí?—preguntó Meagan.

—Yo sólo iba pasando muy feliz dispuesto a comprarme una tortita, pero llaman un chingo la atención perros—. Vic se cruzó de brazos.

—¿Alguien puede pinches descifrar lo que están diciendo?—preguntó Brendon.

*mientras tanto en la mesa de Patrick*

—No voy a preguntar qué significó eso porque probablemente es una guarrada—. Patrick tomó la flor robada de la jardinera y no pudo evitar ponerse rojo menstruación—. Pero supongo que es algo bonito.

emo trinity mexican |peterick; frerard; joshler; brallon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora