veintinueve/ treinta; los XV's (parte dos)

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La misa comenzó a las 12:00 pm.

Había muy poca gente en la iglesia porque, seamos honestos, en México el 70% de la gente que no va a la misa (ya sea de un bautizo, XV años, primera comunión) llega directo al salón, a la mera rumba. Además qué perra hueva.

Los únicos que se encontraban eran (por supuesto) los seis chambelanes y Patrick, quien estaba sentado a un lado de Pete.

-¿Crees que alguien note que estoy sentado con los chambelanes y no soy uno? -le preguntó al moreno.

-Nel, tú quédate aquí. -Pete le acarició la mejilla.

-Aw.

-¿Te digo algo? -le susurró -. Si fueras una iglesia, me pondría de rodillas, chikibeibi.

Patrick se sonrojó y trató de mirar hacia otro lado.

Estaban en ese punto en que ni eran amigos ya pero tampoco pareja aún. Era complicado, pues a ambos les costaba dar el siguiente paso. Sin embargo, Patrick fue quien tomó la mano de Pete tímidamente.

-Pero agárrame fuerte o entonces nel - le dijo Pete, provocando que el güero soltara senda carcajada.

-Pendejo, nos van a sacar de la Iglesia por tu culpa -. Le golpeó el hombro.

La Breezy, por su parte estaba siendo fotografiada y filmada al punto en que se estaba hostigando, y su sonrisa parecía más bien una mueca. Ya ni siquiera se esforzaba en lucir bien para su álbum de XV (true story).

-Otra foto, mija -le dijo su mamá -. Ahora con la prima de tu tía de Iztapalapa.

-Ya no quiero más fotos, jefa.

-¡Pero aún faltan las de la fiesta!

-Me lleva la madre.

Y bueno, ya sabemos cómo son las misas de XV años.

...

Mientras tanto, Gerard y Frank habían llegado temprano al rancho de los padres de Breezy, en donde ya estaba la carpa montada en todo el terreno donde iba a ser la pachanga para ir instalando y probando el equipo de sonido.

-Ah la verga-dijo Gerard asombrado al ver a su alrededor -. ¿Como cuántas personas crees que vayan a venir, amor?

-No sé, chiquistrikis, como un chingo -respondió Frank.

-¿Sabes si va a haber maestro de ceremonias?

-Creo que iba a ser un tío de la Breezy.

- Debo de decirle que cuando presente a la vieja ésta a la hora del vals, me mencione también para darme los créditos de la coreografía -. El pelirrojo menstruación se cruzó de brazos.

-Ay bebé, relaja la raja... ¡No mames!, ya trajieron el pastel -. A Frank se le iluminaron los ojos.

-¿Qué? ¿Dónde?-. Gerard buscó -. ¡Quiero probarlo!

En efecto, justo unas personas estaban colocando el pastel en la mesa que se suponía iba a ser también la de regalos. Gerard no pudo evitar acercarse una vez que los de la pastelería lo dejaron y se retiraron, y le metió dedo al merengue (sin albur, mal pensados).

- ¡Ew! -. Hizo una mueca de asco, casi dándole arcadas.

-¿A poco está de la verga?-preguntó Frank.

-Culerísimo-afirmó-. Ha de ser de Aurrera...

-Buenas, chavos -saludó el papá de la Breezy, bajando de su troca -. De seguro ustedes son los cuates de mija, los que le van a echar la mano con el sonido.

emo trinity mexican |peterick; frerard; joshler; brallon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora