once; algo j0to

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Eran las tres de la tarde y Tyler se encontraba en su casa, dibujando manga y cosas raras en el comedor. Maddy, su hermana, por su parte estaba cociendo frijoles.

Tocaron la puerta y Tyler confundido fue a ver quién era. Y es que nadie nunca llamaba a su puerta. Cuando llegaba a suceder, se trataba de los testigos de Jehová o el señor que repartía el Bonafont en su camión.

Pero dadas las circunstancias ya se imaginarán de quién se trataba.

Sí, de Josh. Así de cliché ésta chingadera.

—Tyler...

El mencionado así como abrió la puerta, la cerró al ver una inconfundible mata de pelo amarillo, que de no conocer a Josh cualquier otra persona hubiese creído que había algo así tras su puerta:

El mencionado así como abrió la puerta, la cerró al ver una inconfundible mata de pelo amarillo, que de no conocer a Josh cualquier otra persona hubiese creído que había algo así tras su puerta:

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—¡Tyler, no seas culero y ábreme!

—Ni mergas.

—Quiero hablar contigo, wey—dijo Josh.

—Nel, te súper pasaste de verga conmigo.

—Yo quiero aclarar las cosas.

Tyler, gracias a lo fácil que es, sólo lo pensó tres segundos y decidió abrirle a Josh.

—Explícate, Josh. —El castaño se cruzó de brazos.

—Ok.

El de pelo amarillo soltó un suspiro y se dirigió al sillón, pero Tyler lo detuvo.

—Nel, me lo dices aquí de pie. 

—Mira, me gustas, Toiler. —Josh le tomó las manos—. Pero no te lo dije antes porque creí que no me ibas a tomar en serio. Entonces ese día me fui a monear con el Jack y pues nada, de que te seguí hasta tu casa. Y pues si te dije eso es porque es neta.

—Pero Jenna me dijo que lo contaste en el grupo de whats, y les dijiste que había sido yo.

—Es que el Frank me dijo que nos vio y me dio pena admitir que había sido yo, porque a nadie le caes bien y me iban a hacer burla...

Tyler arqueó una ceja y se soltó del agarre del otro.

—No lo sé, Josh, parece falso.

—Pero...

—¿Me quieres ver la jeta de estúpida?

—¡Es neta lo que te estoy diciendo!

Se acercó más a Tyler lentamente, como esperando su aprobación. Cuando notó que no había resistencia, lo besó. El castaño se quedó quieto, mas terminó correspondiendo al acto después de todo. Mandando a la verga su integridad y su dignidad, cosa que tienen en común él y Brendon. 

Hay una frase que dice: el amor es ciego, sordo y bien pendejo.

Tyler cerró sus ojos y sus oídos ante Josh. Decidió creer lo poco que veía y lo poco que escuchaba. Mandó a la mierda su inteligencia y dejó que la pendejez carcomiera sus neuronas.

emo trinity mexican |peterick; frerard; joshler; brallon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora