dieciséis; aceptaciones

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Patrick salió de su aula a la hora del receso con su torta de salchicha y su botella de agua de limón.

Había quedado de verse con Brendon en la cafetería, pues para ser honesto no quería pasar el receso con Joe. Quería tan sólo un pequeño momento donde pudiese tener su espacio personal. Además ya se había comprometido a tomar mejores decisiones.

Llegó al punto de reunión, mas su nuevo amigo no había llegado aún. Miró a su izquierda y entonces lo vio a lo lejos en una mesa. Estaba hablando con Dallon, quien parecía no estar escuchando nada de lo que el frentón decía, como siempre. Negó con la cabeza en señal de desaprobación. Entonces miró a su derecha y vio a Pete sentado solo, comiéndose una orden de sopes.

Sonrió y se acercó al prietito para sentarse enfrente de él.

-Hola, Pete-dijo Patrick.

-Ay wey-Pete se atragantó y la salsa verde le irritó la garganta.

-¿Dije algo malo?-el rubio preguntó confundido.

-Eh... No, nada-Pete forzó una sonrisa y discretamente volteó a ver a la mesa donde Marie y Meredith observaban todo, cubriéndose con unas revistas de TVNovelas para disimular.

-¿Por qué no estás con Vic?

-Meh, fue a ligarse a una morrita y me dejó aquí solito-le dio una mordida a su sope-. Pero hay un Dios, que todo lo ve.

-Qué mal pedo. Pero, no te preocupes... Yo estoy contigo-dijo Patrick sonriendo.

-Aw, gracias...

El prieto quiso decir algo más, iniciar un tema de conversación o algo, pero no pudo. Se sentía observado e inseguro.

¿Debía ser él mismo? ¿O qué tan "él mismo"?

Sólo suspiró y se guardó sus palabras.

Ambos se miraban de la misma manera en que miraban al puesto de chalupas cuando éste abría por las noches. Esa luminosidad en sus ojos que no se podía comparar ni con el brillo del sol.

Entonces llegó Brendon a sentarse con ellos.

-¿Qué pepsi, coca?-saludó.

-¿Qué estabas haciendo con Dallon?-le preguntó Patrick-. Creí que ibas a seguir mi consejo de ya no hablarle más.

-Ya sé, pero es complicado...-Brendon miró al suelo.

-Nel, esto se está saliendo de control-dijo el rubio-. A la verga yo ya no te voy a aconsejar nada, de todas maneras sé que te va a entrar por un oído y te va a salir por el otro...

-Eh... pos yo mejor me voy-dijo Pete alejándose lentamente.

-No, Pete, por favor-pidió Patrick-. Dile a Brendon que no está bien lo que hace.

-Pues no sé bro disculpa-el prieto se rascó la nuca-. No sé ni qué pex con su situación.

-Perdió su dignidad con un wey que no siente lo mismo por él. De hecho, sigue haciéndolo. No entiende que a veces, si de veras amas algo, lo mejor es dejarlo irse a la verga.

Pete quería reírse, pues ver a Patrick decir groserías le resultaba muy gracioso. Pero no quería cagar el momento serio. Suspiró y pensó en qué decir.

-Mira, Brendon, pues la neta yo sí sería capaz de perder mi último gramo de dignidad por alguien que amo-dijo Pete encogiéndose de hombros.

-¡Ajá!-Brendon exclamó con victoria señalando a Patrick-. ¿Lo ves?

-No, Pete-Patrick habló-. A Brendon ya lo mandaron a la friendzone. Si estuvieses en su lugar, ¿Aún así perderías tu dignidad?

-Seguiría intentando-Pete miró al güerito a los ojos-. Mandaría todo a la verga con tal de mantener la esperanza de que algún día, si tengo suerte... esa persona pueda estar conmigo. Sé que valdría la pena.

Brendon miró a ambos, y supo inmediatamente que ya no estaban hablando de su caso con Dallon.

-Tal vez llegue el día en que esa persona se dé cuenta de que es con él con quien quiere estar ahora-Patrick dijo.

-Tal vez...

Brendon volteó a ver a Dallon y Breezy, quienes se estaban comiendo no muy lejos de ahí. Fue en ese momento en que se resignó.

Fue ese día donde ese último destello de luz se apagó en el corazón del frentón. Haciéndolo entender que si Dallon no era para él, lo superaría y seguiría adelante.

Pero no se imaginaba lo que iba a suceder después.

...

Patrick salió de la escuela y se fue caminando al tianguis, pues su madre le había encargado traer unas verduras para la comida.

«-¿Segura que no vas a necesitar pollo?-le había preguntado a su mamá por enésima vez.

-Que no, hijo. Ese ya lo compré»

Fue a comprar el mandado al puesto de verduras de Doña Carmelita y caminó un rato por el tianguis para chacharear un rato.

Pasó por un puesto de memorias USB con música y se detuvo al ver a Vic.

-Qué show, Patricio-saludó el prietito-. ¿No me compras una?

-Ya te dije que la última vez me estafaste con tus chingaderas-Patrick se cruzó de brazos-. ¿Quién es él?

Un wey como de su edad con el uniforme del CBTis estaba sentado en una silla casi hasta el fondo del puesto con una laptop en sus piernas.

-Ah, el es el Remington-dijo Vic-. Lo contraté para probar las memorias y que no me vuelvan a reclamar como tú comprenderás-. ¡Saluda, Remi!

-¡Chinga a tu pito, cabrón!-gritó.

-Qué amable es-dijo Patrick-. Pues me llevo una para mi jefa.

-Cámara, ¿Cuál?

-¿Tienes de Shakira?

-Simón.

Vic fue a buscar la USB y se la dio al tal Remington para que la probara en la laptop. Después se la entregó a Patrick.

 Después se la entregó a Patrick

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-Son ciento cincuenta bro.

El rubio le pagó y siguió caminando, cuando le pareció ver a Meagan, Elisa y Joe en el puesto de raspados del mismo tianguis.

Le extrañó, pues Joe le había dicho una vez que las amigas de Marie le cagaban.

Pensó en ir a ver qué pedo, pero al final se negó. Saldría con Joe la próxima semana sólo porque ya había aceptado, pero no quería seguir más con eso cuando era otra persona en quien pensaba.

...

ya amiguitos c:

no me gusta tardar más de una semana en actualizar, pero me están llenando de exposiciones, proyectos y tareas bien pinches estresantes, pero anyways, gracias por ser pacientes.

les recuerdo que ya se abrió el q&a, pueden ir al blog a ver qué pedo, o directamente enviarme sus preguntas. pocas personas ya participaron, pero necesito que sean más para que sea más chido.

saludos con mercurio líquido.

-dan but not howell

emo trinity mexican |peterick; frerard; joshler; brallon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora