emo trinity mexican |peterick; frerard; joshler; brallon|

veintiuno; where did the peda go?

-¡No es la recámara de Frank...! -Gerard no dejó terminar de hablar a Pete, pues cerró la puerta rápidamente. Se acostó en la cama de la hermana de Pete y dio palmaditas a un lado, indicándole a Frank que se acostara también.

-Necesitamos hablar-le dijo tratando de mantener la calma.

-Chale, ¿ahora qué hice?-quiso saber Frank, acomodándose de lado.

-Ya me enteré. Sé lo que quieren hacerte.

-Que qué.

-No te hagas pendejo, sé que tienes pedos con tu barrio-Gerard dijo emputado-. ¡Y no fuiste para decirme nada! ¿Ya no me amas?

-Calma, Gee. -Frank lo tomó de las manos-. Es cierto que probablemente me quieran partir la madre, pero aún no te he dicho por qué.

-Oh, no lo sé. -El pelirrojo puso su mano en su barbilla, como pensativo-. ¡TAL VEZ PORQUE TE HE DICHO MILES DE VECES QUE TE DEJES DE JUNTAR CON TU PINCHE BARRIO Y TE CONSIGAS AMIGOS REALES, CABRÓN!

-Ya sé, pero ya renuncié a ser parte del barrio-explicó Frank-. Lo hice por ti, no sabía si te iban a deformar la jeta, así que preferí ser yo el que recibiera los putazos. Por ti, mi amor.

-Pues me hiciste caso demasiado tarde-Gerard reclamó-. ¿Ahora qué vas a hacer?

-Pues me voy a esconder de ellos lo más que se pueda...

-Van en nuestro salón, pendejo.

-¿Un disfraz?

-No seas mamón.

-Entonces ya valí madres-. Frank sonrió grande.

-Ay, Frank. -Gerard acarició su mejilla-. No quiero que te arruinen tu carita.

-No te preocupes por mí. -El tatuado acomodó la almohada y sonrió-. Soy el hijo de Don Vergas.

-Ay ajá. -El pelirrojo cerró los ojos y le dio un beso-. Te amo aunque a veces te juro que no entiendo de donde sacas tanta pendejada.

-Aquí me tienes.

Se miraron un rato sin decir nada, hasta que se quedaron dormidos, valiéndoles madre todo.

...

-¿Y qué vas a hacer?-preguntó el castaño sentándose en la secadora.

-No lo sé, Alex-. Patrick suspiró-. Creo que voy a decirle mañana que ya no quiero seguir quedando con él.

-¿Qué pedo? ¿Qué no mañana ya tenías planeado salir con él?-preguntó con el ceño fruncido.

-Sí, pero llegando le voy a decir lo que siento. Al chile que siento estoy medio forzado.

-Qué mal pedo.

-Ya sé, pero quisiera decirle a Pete que me lo quiero...— Patrick se rascó la nuca—. Que lo quiero.

—Qué joto.

-¿Y tú?-el rubio preguntó-. Cuéntame, ¿Cómo vas con Lisa?

-Valió verga-dijo Alex-. Ya corté a esa morra.

-¿Qué te hizo?

-Nomás me engañó -respondió.

-Ájale, ¿Con quién?-. Patrick ya parecía vieja chismosa.

-Con un vato del Conalep, agh. Se llama Spencer. -Alex le dio una patada a la secadora-. ¿Qué tiene ese padrino que no tenga yo? Chance y salud mental, pero ¿a quién le importa eso hoy en día?

-Tranquilo, Alex-lo tranquilizó-. Seguramente no era para ti.

-Me voy a volver joto, a la verga.

-A veces es la mejor opción.