Sentimientos

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ADVERTENCIA: Los personajes de Candy Candy, son propiedad de Misuki e Igarashi, usados en este fic, sin fines de lucro.

Historia ficticia. Todos los personajes nuevos, son exclusiva invención de esta autora.

Capítulo XVII

Sentimientos

Candy miraba a su novio y lograba sentir el sufrimiento de Terry por su madre, dolor que dejaba salir a través de actitud desconocida para ella.  Esquilando a una inocente e indefensa oveja se desquitaba del poco o casi nulo amor que su madre biológica mostraba hacia él. La ausencia de Eleonor Baker en la vida del muchacho había dejado heridas difíciles de sanar, había abierto surcos y brechas de gran profundidad en las emociones de Terry y el hecho de haberse sentido rechazado cuando la visitó en Nueva York, hizo de esas heridas grandes aberturas en la ya inmensa distancia que existía entre ellos

--Tú deber es envolver a tú hijo con el calor de tú corazón... si no lo consigues no eres ni madre, ni oveja... tienes que pagar tus pecados... ¡entendiste!... ahora está mejor Eleonor-- dijo mientras esquilaba a la indefensa oveja.  Las palabras de Terry y su cuerpo entero revelaban el dolor y la carencia en la vida del muchacho de una madre presente, Candy se quedó muda dejando caer de sus hermosos ojos llenos de amor por ese chico silenciosas lágrimas de dolor,  sintiendo el padecimiento de su amado novio como si fuera el suyo propio y al ver el espectáculo que estaba dando Terry, ella no sabía si lo que sentía era vergüenza o un sentimiento de dolor y sufrimiento que ella percibía con mucha facilidad, para Mark era solo entretención, pero ella sabía de que iba todo esto. La chica decidió dejar solo en ese momento a Terry, hablaría con él al día siguiente. Lo que Candy desconocía, era la fuerte discusión que el castaño había tenido con sus padres la noche anterior, cuando sin previo aviso, su madre se presentó en la villa

--Toc-toc

--Adelante-- respondió el duque en medio de una amena conversación que estaba manteniendo con sus hijos y sobrino

--Señor, hay alguien que quiere ver al señorito Terius-- dijo la doncella que era parte del servicio que había venido con la familia desde Londres

--¿Dijo su nombre?-- cuestionó el castaño, ya que si fuera alguien conocido la doncella lo hubiese dicho

--Dijo que su nombre era Eleonor, que usted sabría quien era ella-- cuando la doncella terminó su oración tanto Richard como Terry se quedaron mudos, Edward que más o menos conocía la historia dijo

--Tío, si usted lo permite, me gustaría salir a dar un paseo con los chicos-- habló mirando a los hermanos pequeños de Terry

--Gracias Edward-- solo pudo decir el duque y los chicos que sospechaban que estaba sucediendo algo donde ellos no debían estar presentes accedieron sin protestar al ofrecimiento de su primo, la doncella seguía esperando por una indicación

--Dile que pase-- habló el duque tratando de contenerse de correr hasta la mujer más importante de su vida, hoy ella visitaba la villa que había sido mudo testigo del amor que alguna vez se profesaron

--Yo no quiero verla-- dijo Terry desde su lugar al lado del ventanal

--No creo que tengamos tiempo de evitar ese encuentro hijo, ella...

--Buenas noches-- se oyó la suave pero perturbadora voz de la actriz entrando a la estancia, elegantemente ataviada con un traje de viaje en color vino, que se entallaba a la perfección en el cuerpo de la bella mujer

--Buenas noches Eleonor-- saludó el duque que ya estaba preparado para recibir a la madre de su hijo, pero cuando la vio, casi se queda sin aire, fue todo un gran esfuerzo tomar su mano y besarle sin tirársela encima y recuperar todos aquellos años perdidos

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