Fin de la guerra, lucha por la vida

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ADVERTENCIA: Los personajes de Candy Candy, son propiedad de Misuki e Igarashi, usados en este fic, sin fines de lucro.

Historia ficticia. Todos los personajes nuevos, son exclusiva invención de esta autora.

Capítulo XLVI

Fin de la guerra, lucha por la vida

... "un futuro distinto para sus hijos, con más posibilidades y siendo los pioneros en sacar a su patria de los estragos de la guerra, todo será mejor, sí, todo será mucho mejor"... muy albergado en su corazón y en su pensamiento, Candy esperaba que el futuro que se crearía después de que la guerra llegara a su fin, fuera suficientemente bueno para sus hijos y las generaciones venideras.

     La primera buena noticia llegó desde Chicago, Fabienne había sido madre por segunda vez, ahora de una hermosa niña de tez blanca como la de Albert, todo lo demás era herencia pura de la madre, la pequeña recién nacida era ver a Fabienne en miniatura

--Es igual a ti cuando naciste hija-- Maximilian no había olvidado el día de nacimiento de Fabienne, recordaba cada detalle y a su amada Katherine

--Esta pequeña ni siquiera heredó tus ojos tío-- había sido el comentario de Archie cuando llegó a visitar a Albert y Fabienne para presentar sus respetos y felicitaciones por su nueva paternidad

--Por lo menos Alana y Williams, sí...-- rió el rubio

     Decidieron llamarla Katharina Rose Andrew Kemeny, en honor a la madre de la austriaca y la hermana de Albert, dos de las mujeres más importantes en la vida de cada uno, pero que ahora no se contaban en el mundo de los vivos

Candy recibió la noticia agradecida de la felicidad de Albert

--Él se merece lo mejor-- le había comentado a Terry

--Sí, él es un buen hombre, y el ser esposo y padre, espero que llene sus días como mi familia lo hace conmigo-- Candy le sonrió con amor, agradeciendo sus palabras

--No quiero volver a verlo sufrir como cuando lo de Elisa...

--Según lo que me contaste, deben haber sido días negros-- meditaba en voz alta el castaño

--Sí, especialmente cuando llegó el telegrama de Sarah confirmando la fecha del matrimonio, y Albert no alcanzaba a llegar-- Candy recordaba con mucha tristeza ese día-- además no sabíamos que ese tan apresurado viaje era para que ella se casara...-- hizo una pausa y suspirando dijo-- si lo hubiésemos sabido...

--Bueno, pero eso ya pasó y el mundo giró tantas veces, que ahora Albert está casado con Fabienne y llenando el mundo de hijos-- habló a su oído en un íntimo abrazo de amantes enamorados, estaban solos y Terry aprovechaba cada momento, cada minuto para abrazar a su mujer, acariciarla y amarla, recibiendo de Candy la respuesta esperada.

     Además de la noticia de una nueva Andrew en el mundo, llegó una extensa carta de Stear, que solo se dispusieron a leer después de retozar por un buen rato. Las noticias que Stear quería compartir con ellos los descolocó, pero entendieron el sentir del inventor

--¡Se irán a Detroit!-- exclamaba la rubia. De eso se trataba la misiva.

     Stear había terminado de estudiar Bioquímica, ciencia que le atraía por sobre otras de su preferencia, pero resultó que en Detroit se estaba dando una "guerra sin cuartel" por quien inventaba el mejor automóvil y ganaba el mercado naciente. Stear alucinó soñando en los diseños y entendiendo que la nueva tecnología los transportaría más rápido y más lejos en menos tiempo, bueno, eso era algo que él ya sabía, desde que solito construyó su propio automóvil por el año 1910. Cuando nuestro inventor preferido había leído y se había informado en forma extensa de la mejor noticia oída por él, su corazón dio un vuelco, siendo llamado a gritos por los motores y las tuercas. Fue tan fuerte la sensación de que él tenía que ir ahí, que hasta Cinnia lo sintió

Amor adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora