ADVERTENCIA: Los personajes de Candy Candy, son propiedad de Misuki e Igarashi, usados en este fic, sin fines de lucro.
Historia ficticia. Todos los personajes nuevos, son exclusiva invención de esta autora.
Notas de la autora: Sé que a muchas no les gustó el final, pero como alguien me dijo por ahí, "siempre fue mi intención dejar a Albert con Elisa", no me critiquen, debo respetarme a mí misma y el camino de mis ideas. Confieso que no pretendía casarlos con nadie en el camino, pero como a la gran mayoría la idea de Albert y Elisa juntos no les gustó, me di la vuelta larga. Denle una oportunidad a la odiosa pelirroja, en Amor Adolescente ella ha sabido ser la felicidad del más famoso patriarca de animé.
Epílogo (único)
1937, año en que a Terry lo encontramos en sus cuarenta años recién cumplidos, disfrutando de una muy bien organizada recepción en la gran mansión de su padre, en honor al nuevo Duque de Grandchester, Terius Graham Grandchester Baker y su duquesa, la encantadora Candice Parks Russo.
Terry logró al pasar de los años torcerle la mano a su padre, que hoy en día contaba con poco más de sesenta años y porque no decirlo, muy saludable. Richard Grandchester, había utilizado toooodas las artimañas conocidas e inventadas por él mismo para hacer que Terry aceptara de una vez por todas en sus manos el ducado. Richard apelaba al explosivo carácter y la impaciencia de que era dueño su primogénito, para que este en medio de una discusión, tirara el trato de "no aceptación del ducado hasta los cuarenta años ya cumplidos" por la ventana y aceptara al calor del altercado el título, pero eso no sucedió gracias a que Richard había descuidado un gran detalle... Candy. Sí, mientras el duque hacía y deshacía tratando de obligar a Terry para que tomara el ducado, su nuera hacía lo propio pero jugando al contrario del duque
--En este preciso momento se puede ver muy feliz a tu padre, cariño-- hablaba una bella rubia ataviada con un hermoso vestido en satín palo rosa, con delicado bordado en el pecho y el bolero que lo acompañaba, adornando su cabellos con una regia tiara con pequeños diamantes que hacían juego con los aretes y collar que Candy lucía con elegancia. También de cuatro décadas, la mujer con alguna línea de expresión que destacaba en su hermoso rostro, especialmente esas que acusaban una muy bella sonrisa, pero que no apocaban, ni menos apagaban su madura belleza. El cabello, ya pintado con una que otra descarada hebra encanecida, aún lo llevaba largo y suelto, nunca dejó que la moda se hiciera cargo de sus rebeldes risos, ese había sido su toque para que Terry jamás dejara de adularla. El hombre, amaba el cabello de su mujer. Candy, ya madura conservaba su encanto y belleza para quien la mirara, pero su esencia solo le pertenecía a su amado y engreído esposo
--No lo había visto tan feliz desde que Sebastián se comprometiera en matrimonio con Alana-- respondía un madurito Terry, ahora de cabello corto pero siempre buen mozo, galante y amante de la mujer que tenía entre sus brazos
--¡Es cierto!... jajajaja... tanto que luchó para que aceptaras el título antes de 1930...
--Sí...pobre, si tuviera una idea de que estuvo a punto de conseguirlo...
--¡Ni lo digas!, le vuelve a dar un soponcio como el que utilizó para querer manipularte
--Jajajaja...-- rió Terry-- todavía lo recuerdas, solo que gracias a ti pecosa no sucumbí en esa oportunidad... ¡te amo tanto Candy!-- exclamó justo en la última nota de la pieza que bailaban y abrazados salieron de la pista para integrarse a su grupo de invitados
El secreto de los nuevos duques para que Terry no aceptara el ducado antes de cumplir los cuarenta años, radicaba en que Candy había aprendido de Lorna, acerca de una planta llamada Valeriana, esta se le recetaba a las personas que sufrían de períodos de ansiedad y en el caso de Terry, lo tranquilizaba y ayudaba a comportarse tan inalterable que su padre llegaba a desconocerlo cuando lo quería sacar de quicio y obtener de su hijo el sí definitivo para aceptar el ducado. Cada vez que Terry tenía que presentarse ante su padre, Candy le daba un poco de té de valeriana que el futuro duque tomaba a sabiendas del efecto que producía en él
ESTÁS LEYENDO
Amor adolescente
FanfictionCandy conoce a Terry en Nueva York, antes de embarcarse para Londres.