ADVERTENCIA: Los personajes de Candy Candy, son propiedad de Misuki e Igarashi, usados en este fic, sin fines de lucro.
Historia ficticia. Todos los personajes nuevos, son exclusiva invención de esta autora.
Capítulo XLVII
La repentina muerte de una persona como Fabienne, llena de vida, con un futuro prometedor al lado de un hombre que la amaba y le prodigaba seguridad y compañía, con dos hijos pequeños y un matrimonio en sus inicios, dejaba un desolador vacío en un joven viudo que se prometía a sí mismo no volver a entregar su corazón nunca más, era la segunda vez que sufría por perder a la mujer que amaba y no estaba dispuesto a sobrellevar el mismo dolor una tercera vez
--¿Qué haré desde hoy en adelante solo y con dos hijos pequeños a quienes criar?-- se preguntaba con frecuencia, especialmente cuando por las noches solo en su habitación, aquella que compartía con Fabienne, lloraba la ausencia de su mujer, su calidez, su voz, esa que ya no llegaría más hasta sus oídos, su amor, su entrega-- ¿Cómo lo hago sin ti Fabienne?... los niños te necesitan... ¿qué hago?... había dedicado mi vida a un futuro junto a ti y nuestros pequeños Fabienne--- hablaba a la nada, ella ya no podía escucharlo pero entendió-- ¡Eso mismo! -- Se respondió-- seguir y dedicar mi vida a la crianza de mis hijos, ahí voy a poner todas mis fuerzas y propósitos desde hoy en adelante-- se prometió
La familia Kemeny se ofreció a ayudar a Williams, dándole compañía y apoyándolo con el cuidado de sus hijos. No debemos olvidar que Albert estaba solo con su familia en la ciudad de Chicago, Stear y Cinnia que eran los que en algún momento vivieron con él, habían emigrado a la siga de una aventura automovilística a la ciudad de Detroit, Neal y Patricia hacían su vida en Florida, por la salud delicada de la señora Leagan. Archie y Rowena vivían en Nueva York por las terapias que tenía que recibir la inglesa, los estudios y el trabajo del joven Cornwell y Candy con Terry en Inglaterra, prestando toda su ayuda a la reconstrucción de un país que había salido de la guerra. George y Dorothy también se ofrecieron a estar más cerca de su patrón, siendo recibidos en la propiedad Andrew, en una casa habitación que estaba algo retirada de la mansión, pero dentro de la misma propiedad, así el señor Johnson podría estar más al pendiente de los negocios de Albert y se permitían trabajar desde la mansión cuando era necesario o simplemente porque Albert no quería despegarse del lado de sus hijos.
Viktoria Kemeny, menor que Fabienne por cinco años, la más pequeña y ahora única mujer en su familia conformada por tres hermanos varones y su padre, se mudó junto a este a la mansión Andrew para darle compañía y apoyo a Albert con la crianza y el cuidado de los niños. La cuñada de Albert tenía muy buena llegada con los hijos de su hermana, ya que mientras Fabienne estuvo embarazada, Viktoria siempre cuidó de ella prodigándole compañía, algunas veces le leía y otras la ayudaba a avanzar con el ajuar de los pequeños, tejiendo o cociendo. Katharina, la bebé de Albert, reconocía la voz de su tía y aceptaba gustosa sus cuidados, solo se ponía mañosa a la hora de los alimentos o por las noches antes de dormir, la pequeña extrañaba los brazos, voz y aroma de su madre. En esos momentos, era Albert quien tenía que intervenir y tranquilizarla, el rubio también había tenido mucha participación en el cuidado de sus hijos, la niña lo aceptaba, se tranquilizaba, pero de todas maneras los silenciosos sollozos de Katharina mientras dormía, quebraba en miles de pedacitos más pequeños el adolorido corazón del rubio magnate, que no ocultaba su dolor, dejando que las sufridas lágrimas rodaran por sus mejillas
--Con el tiempo podrás superar a mi hija, Williams-- lo consolaba el suegro
--Me siento muy solo, y no creo poder superar y menos olvidar lo que tuve con ella-- Albert permanecía de pie frente al gran ventanal de su estudio
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Amor adolescente
FanfictionCandy conoce a Terry en Nueva York, antes de embarcarse para Londres.