ADVERTENCIA: Los personajes de Candy Candy, son propiedad de Misuki e Igarashi, usados en este fic, sin fines de lucro.
Historia ficticia. Todos los personajes nuevos, son exclusiva invención de esta autora.
Créditos de la imagen a su autor.
Aquí otro capítulo, dejen sus mensajes y estrellitas. Gracias a todos quienes han puesto la historia en sus bibliotecas privadas, siguen la historia y a esta humilde escritora. Nos leemos.
Capítulo XL
¡¿Felicidades?!
En la habitación de la duquesa de Grandchester
--Muy bien señora, ya coronó, la próxima contracción nos traerá el nacimiento-- la voz del médico fuerte y segura
--¡Vamos Eleonor!-- la alentaba la pecosa-- fuerza, ya se ve la cabecita... tiene cabello rubio-- Candy emocionada
--Rubio-- dijo ella sin abrir los ojos
--Rubio como el tuyo mi amor-- escuchó Eleonor la voz de Richard a su lado. La parturienta abrió sus ojos en medio del dolor que estaba comenzando a sentir y vio a su esposo muy sonriente junto a ella tomando su mano y acariciando su cabello
--Richard-- le devolvió la sonrisa y cerrando sus ojos pujó con todas las fuerzas que aún le quedaban, dio su último esfuerzo por última vez antes de sentir un fuerte llanto en la habitación.
El duque había llegado hace solo unos minutos a la mansión Grandchester en Nueva York y el mayordomo que lo recibió le aconsejó correr al cuarto de la duquesa que estaba dando a luz
--Justo a tiempo duque-- dijo el mayordomo a modo de saludo recibiendo de su señor la ropa de abrigo y accesorios. Richard lo miró con la interrogación pintada en la cara, no eran modos de saludarle, por mucho que América sea un lugar de libre expresión y nuevas oportunidades-- perdón duque, es que la duquesa está en labor de parto... -- alcanzó a decir todo nervioso viendo la reacción de sorpresa combinada con felicidad en la cara de su señor al oír con claridad la voz de su mujer gritando su nombre. El mayordomo sonrió cuando vio como el duque corría por la escalera hacia el cuarto.
Richard no saludó a nadie ni hizo caso del cansancio acumulado en los meses lejos de su familia, en forma de tensión y nerviosismo al no saber si llegaría a tiempo o no, su cuerpo le estaba pasando la cuenta, pedía a gritos un baño y un buen descanso, pero él solo apuró sus pasos para alcanzar a llegar al lado de su esposa en este momento tan especial, tan añorado y esperado por él. Subiendo los peldaños de dos en dos y de tres en tres, llegó a la puerta del cuarto encontrándose con Terry, Priscilla, Richard Jr. y Lorna, apenas un movimiento de cabeza como saludo y entró, acercándose inmediatamente al lado de Eleonor.
El duque de Grandchester, había pasado meses duros y días desesperados, solo en su país, se sentía desgastado y la única compañía con la que contaba, era con la familia de su hermana. Edward estaba constantemente visitándolo para hacerle compañía, pero para Richard no era suficiente, él quería ver a su esposa y sus hijos, insistía casi a diario en palacio esperando recibir la autorización del rey para ausentarse de su patria en medio de una guerra en la que su país estaba involucrado y viajar así al otro lado del atlántico, específicamente a América para estar con su mujer a la hora del parto, una de las cosas que más temía era no estar con Eleonor a la hora del nacimiento de su hijo. Pidió audiencia con su tío el rey, a sabiendas que no era el momento de molestar, pero necesitaba viajar antes de que su mujer diera a luz, y marzo era el límite.
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Amor adolescente
FanficCandy conoce a Terry en Nueva York, antes de embarcarse para Londres.