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[Lean la notita al final del capítulo, por favor c:]

YJ

Youngjae despierta con un tenso dolor en la espalda baja y debilidad en sus extremidades, como si sus músculos estuviesen flojos. Había un calor extraño en su pecho. Cierta ansiedad le recorría el cuerpo, como tinta apoderándose del agua. La incomodidad que los malestares le traían fueron dejados de lados cuando la alarma sonó y tuvo que moverse fuera de la cama.

Un ensayo de literatura reposaba sobre su escritorio como un recordatorio de que hoy no podría faltar.

En la segunda planta, se encontró a su mamá aún en casa, tomando café y un desayuno ligero.

—Es bastante temprano. Milagrosamente estás listo—comentó su mamá.

—Esto es un récord.

Mencionó, con la vista en el reloj en la pared. Rea asintió y tomó una carpeta con algunos papeles sobre la mesa de la cocina. Youngjae asume que va a empezar a trabajar desde tan temprano y rueda los ojos. Rea alza una ceja ante su gesto.

—Mark dejó esto ayer, cielo. Deberías hablar con él.

Toma los papeles, extrañado, ya que Mark no suele ser una persona desordenada, mucho menos olvidadiza. Ojea entre las páginas que resultan ser el borrador de un trabajo. Decide llevarle la carpeta después de clases.

—Recuerda desayunar algo antes de salir. Que no se te haga tarde.

Rea le besó la frente e ingresó a su oficina, disculpándose porque no había terminado un pequeño reporte de ventas que tenía que presentar. La mamá de Youngjae era contadora, y eso a veces consumía mucho de su tiempo. Era irónico, porque él era un asco en estadísticas, gráficos. Todo lo que fuera matemática Youngjae tendría un puntaje negativo asegurado.

Quiso desayunar, pero cada cosa que se imaginaba le revolvía el estómago de sobremanera. Bromeó en su cabeza de que tendría su celo hoy, y que apestaría a desayuno. Al final decidió no comer nada.

Salió de casa con un paso suave y acompasado, acompañado de sus auriculares y una canción en aleatorio. Se distrajo y casi cae al suelo, se había enredado con sus propios pies, y le fue demasiado vergonzoso lo torpe que era. Quitó la música y prestó atención al camino; no quería que algún motociclista le pasara encima.

El malestar había empezado a atenuarse cuando para estuvo en su salón, se lo esperaba, él no era de los que se doblaba fácilmente por el dolor o enfermedades. Aunque el camino de casa a la escuela lo agotó de más y le dejó acalorad. Los músculos aún los sentía extraños, y todavía estaba ese cosquilleo constante en su pecho, pero nada que no pudiera soportar.

Cuando el descanso llega, sale a encontrarse con Bam y Yugyeom como todos los días. La impaciente necesidad de acercarse a ellos y acomodarse bajo los brazos de ambos nace de la nada. Se siente refugiado entre los dos altos chicos y así, los hace caminar por todo el lugar. Rodeado del aroma a piña de Yugyeom y la suave colonia de Bam.

BamBam y él esperan que Yugyeom llegue con las bebidas en una de las jardineras, bajo un árbol, mientras Youngjae apoya la cabeza en uno de los hombros del peliblanco y rodea su torso con un brazo.

—Estás muy pegajoso hoy.

Señala. Bam nota el ligero cambio en la actitud del mayor. Youngjae se encoge de hombros como respuesta. Los ojos le pesan somnolientos. Bam acaricia sus cabellos castaños, y él siente que podría ronronear en cualquier momento.

Los pasos de un grupo de estudiantes, Alfas en su mayoría, nota Youngjae, se detienen por un momento frente a ellos, mirándolos con detenimiento. Algo timbra en Youngjae cuando nota las miradas sobre su amigo, específicamente sobre sus dos botones abiertos de más o tal vez sus apretados pantalones, y con un gruñido imperceptible, se encarga de cubrir la piel expuesta del menor, y darle una mala mirada a aquellos.

Oh, shit! I'm an Omega [2Jae] ||ABANDONADO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora