– ¿Ángel? ¿Estás bien? – preguntó mi madre saliendo de la sala.
La miré sin saber que decir.
¿Cómo explicarles a tus padres que estabas caliente como el infierno por culpa de un beso que había surgido de una pelea? No había forma.
– Sí, mamá, estoy bien –respondí.
– ¿Seguro? Estás bastante sonrojado, ¿No tendrás fiebre? –sus manos revolotearon por mi rostro comprobando mi temperatura.
– Seguro, mamá, no te preocupes.
– Vale, ¿quieres cenar?
– Creo que no, me saltaré la cena, quiero irme a la cama –dije rápidamente.
– ¿Seguro que estás bien?
– Sí, mamá, no te preocupes.
Ella miró a la sala, de seguro intercambiando miradas con mi padre, luego me miró y asintió.
– Vale, debes estar cansado –dijo por fin.
– Sí, fue un dia...difícil –no sabía cómo más definirlo.
– Que descanses, cariño –besó mi mejilla y se devolvió a la sala de estar.
Yo, en cambio, corrí a mi habitación lo más rápido que pude y me entré a la ducha dejando correr el agua fría sobre mí, ni siquiera me molesté en quitarme la ropa interior, no quería ver materializadas las consecuencias del efecto que Dante había provocado en mí.
¡Joder! No debía sentirme así, ni siquiera sabía si él era mi destinado, bien podría ser Daniel, bien podría ser otra persona, y aquí estaba yo, excitándome por un beso de un simple conocido. Cuando salí de la ducha, me miré en el espejo y no me gustó del todo lo que ví. No, no estaba demacrado, pero tenía los labios un poco hinchados, solo ligeramente, y estaban más rojos de lo normal, además de que mis ojos estaban más brillantes. Me giré enojado y me acosté en la cama dispuesto a responder los mensajes de mi teléfono que no había podido responder por estar en clase. Abrí el chat grupal.
NOAH
Que lastima que no hayas muerto.
JEREMY
No lo dice en serio.
MAIA
Gracias a Dios estas bien, Ángel.
DEREK
Nos diste un susto de muerte.
JESSIE
Hierba mala nunca muere, chicos.
MAIA
Eres cruel, Jessie, no está bien burlarse de Ángel.
JESSIE
Sabes que tengo razón, mi pequeña pelirroja, no vamos a poder librarnos del cretino tan fácilmente.
NOAH
Una lástima en verdad.
JEREMY
No sean así, las migrañas pueden ser bastante molestas.
NOAH
¿De qué lado estás?
JEREMY
De ningún lado, solo intentaba ser razonable.
JESSIE
¿Problemas en el paraíso?
Luego de eso todos rieron y comenzaron a burlarse de la pobre parejita.
ESTÁS LEYENDO
Nada está escrito
Novela JuvenilLuego de múltiples guerras y batallas, la humanidad se redujo a un cuarto de su población original. Desesperados por su cercana extinción, los científicos se vieron en la obligación de solucionar el problema de la desaparición de la raza humana y, c...