Míster Libido (R#0)

4. Quiero a esa rubia

Adrián

Ya es momento, ya es la noche, ya es la hora de...

¡Atender mi libido!

Camino alegre por el bar mientras todos están bailando.

—¿Elegiste a tu presa? —Bosteza Jairo —Quiero dormir.

—No seas aguafiestas, que le quitaste la chica a este pobre hombre —Señalo al cobrizo.

—Yo lo perdono —responde Jacob —la cuestión es... si estabas tan apurado ¿Por qué no has elegido? —Mueve la mano mostrando el lugar —Hay muchas bellas chicas aquí, escoge una y pon tu plan en marcha, mientras nosotros tomamos alguna cerveza —Se cruza de brazos —no voy a quedarme parado para siempre.

Miro a todos lados atento.

—Calla, ustedes son mi respaldo por si la mujer que es mi objetivo, tiene amigas que me echen a perder el momento.

—Pero...

—Necesito concentración —lo interrumpo —, tengo que decidir con precisión.

De repente, giro la vista, levanto una ceja y sonrío visualizando lo que buscaba.

—La rubia.

—Ah cierto, había olvidado que específicamente querías una rubia —Bosteza Jairo de nuevo.

—¿De qué rubia habla? —Mira para todas partes Jacob —hay muchas.

—Esa rubia —Señalo la barra con una gran sonrisa —, quiero a esa rubia.

—Pero esa chica no es... —Se pone a pensar el morocho —¿Elena Richerd?

—¿Y qué con eso? —pregunta el cobrizo mientras yo solo quedo hipnotizado, mirando la elegancia con la que ella bebe su copa de vino caro.

No combina con este tipo de fiesta, pero eso la hace relucir.

Regreso a escuchar a Jairo cuando oigo algo que me tienta.

—¿Cómo que qué con eso? Los Richerd y los Ricoy no se llevan bien, sería difícil incluso para Adrián.

Sonrío.

—Genial, porque me encantan los retos.