2. Eres un caso perdido

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Adrián

Música alta, mis amigos bailando, yo tomando una copa de vino y... ¡Uf! Esa morena. Sonrío con picardía y me levanto del sillón para acercarme a esa belleza. La agarro de la cintura y se ríe, así que la acerco hasta mi cuerpo.

—¿Es cierto el rumor? —Ella se abraza a mi cuello.

—¿Qué rumor? —Me hago el que no sé pero en realidad conozco perfectamente de qué está hablando.

—Ya sabés —Se sonroja avergonzada y baja la vista —, ese...

—No, ni idea —Me río.

—Es que...

—¡Míster Libido, deja de hacer sufrir a la chica o no te dará lo que quieres! —me grita mi amigo mientras baila con una castaña.

—¡Pero ya me acabas de delatar, Jacob! —me quejo y luego sonrío mirando a la chica —He sido descubierto —Muevo las cejas.

Ella frunce el ceño y se aleja.

—No me gusta que se burlen de mí —Se gira molesta y la sigo —para tu información, no soy idiota —La agarro de la mano y se enfada más —¡No me toques! —Se suelta.

¡Huy! Agresión nivel mujer.

Cierro la puerta antes de que se vaya y agarro una rosa del florero que tengo de adorno, que siempre se encuentra en esta mansión para casos de emergencia como este. Sonrío y se la alcanzo pero no la agarra.

—Una flor para otra flor —insisto.

Rueda los ojos.

—Cuento viejo.

Pongo la rosa en mi boca.

—¿Y esto? —La agarro de la cintura y luego la hago dar un giro —No está nada mal, ¿eh? —Muevo las cejas y se ríe. Aprovecho para levantarla entre mis brazos —Me pones ardiente —digo cerca de sus labios y me doy cuenta que ya la tengo, por como me observa.

Miro de refilón a Jacob para que no diga nada absurdo como "pero si todas te ponen igual" o "debes ir a un médico para que atienda tu... problemita" y luego recién cuando me aseguro de aquello, ahí es cuando la llevo a mi habitación.

~~~

Termino de vestirme y salgo del cuarto. Me río cuando veo a mis amigos durmiendo en el sillón, lleno un balde de agua y los mojo a todos.

—¡Vámonos de fiesta! —grito.

Los dos me miran mal.

—Pero si ya tuviste tu fiesta —se queja Jairo.

—Yo ya no quiero más, la chica me cambio por este —Jacob señala al morocho.

—No entienden —Niego con la cabeza —, necesito sexo ahora.

Frunce el ceño.

—Cálmate Míster Libido, ¿o acaso la morena no te atendió bien?

Sonrío ampliamente.

—Fue estupendo, pero necesito ir al bar y probar una rubia.

—Eres un caso perdido —Rueda los ojos —¿Y la chica?

—¿La morena? —Levanto una ceja —Está durmiendo, le dije que volvería luego y aceptó —Muevo los hombros y me giro —¡Vamos! —grito.

Entonces al fin me hacen caso y nos retiramos de la mansión.

Míster Libido (R#0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora