Elena
El corazón me late con fuerza, estoy nerviosa, miro mi pequeño vestido blanco, me muerdo el labio y alzo la vista hacia el juez. No puedo creer estar en el registro civil con Adrián. Quizás en otro momento no me lo hubiera imaginado, mucho menos después de todo lo que me ha sucedido. Tengo una mezcla de emociones, tanto de huir como de quedarme. Siento una mano tocar la mía, la de aquél rubio de ojos cafés, giro mi vista hacia él, me sonríe entonces yo también hago lo mismo, aunque la mía es una sonrisa un poco más tímida.
—Detengan esto —Oigo la voz de mi mamá y me sobresalto.
—Madre —Suelto la mano de Adrián —¿Cómo?
—No pude meter a este hombre a la cárcel, pero si puedo evitar que cometas el peor error de tu vida.
—Señora —Adrián da unos pasos hacia adelante —usted está equivocada, solo quiero cuidar de su hija.
—Cállate, hombre corrupto y promiscuo que corrompe la mente inocente de mi niña, Ricoy tenías que ser, todo esto tu culpa —Gira su vista a mirarme —. Y lo sabes, te traerá desgracias.
Trago saliva.
—Yo...
—¿Qué está pasando aquí? —Veo a mi padre entrar y me sobresalto —Me cansé de esperar en el auto.
—Querido... —expresa nerviosa mamá —pues verás...
—¿Tú no eres Adrián Ricoy? —pregunta señalando al rubio.
Me va a bajar la presión.
—Sí, ese soy yo —le responde altanero.
Mi padre suspira pesadamente.
—Lo sospechaba.
—Papá —digo nerviosa —¿Qué quieres decir?
—No se puede estar en todas partes, me duele que no me lo dijeras, pero supongo que he hecho algo mal —declara —. Lo siento —se disculpa.
—¡Querido! —se queja mi madre.
—Ya vámonos, no somos bienvenidos aquí.
—¡Papá! —lo llamo avergonzada entonces lo sigo hasta el pasillo y se detiene. Mis ojos se humedecen —Quédate, quiero contarte muchas cosas.
Sonríe.
—De acuerdo.
Mi madre indignada quiere quejarse, pero se queda callada, cuando mi padre la observa. Luego de esto, el día transcurre bonito y tranquilo. La boda se celebra con la compañía especial de mi papá.
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Míster Libido (R#0)
Short StoryAdrián Ricoy tiene un serio problema con su deseo sexual, no puede parar. Tanto es así, qué en su barrio hasta le pusieron un apodo. Míster Libido, es divertido, carismático. Esa emoción que tiene es lo que le falta a Elena ¿Será qué la correcta y s...