Míster Libido (R#0)

9. Denigrar tu amor

Elena

Salgo de la empresa, ya está oscureciendo, Edel me sigue detrás, así que me detengo.

—¿Qué pasa?

Me agarra de las manos.

—Aún no hemos podido hablar.

Me suelto retrocediendo.

—Estoy cansada, otro día.

—¿Dónde has estado? Realmente no has dado ninguna explicación.

—No tengo por qué —Niego con la cabeza y me giro —. Ya me voy —Agarra mi mano y me detiene —. Suéltame.

—Perdóname —insiste y hasta se arrodilla —yo seré el hombre perfecto para ti, dame otra oportunidad.

—Me estás avergonzando —Me pongo nerviosa y miro para todas partes —, no hagas eso.

Toma mis manos otra vez y me mira desde allí abajo, implorando mi perdón.

—Te amo.

Siento mis mejillas arder.

—No me vengas con esas cosas, si me amarás no me hubieras lastimado, ahora suéltame, te estás poniendo en ridículo.

—Yo por ti, cualquier cosa.

Bufo.

—Ya entendí, levántate.

Esto es a lo que se llama, denigrar tu amor.

Hace una gran sonrisa.

—¿Me perdonas? —Comienza a levantarse del suelo.

—Sí... ¡Pero! —Se detiene de acercarse a mi boca cuando alzo la voz en esto último —Estás a prueba.

—Me encanta la idea —Me da un beso en cada mano —. Prepararé algo especial para celebrar —Me da otro beso en la mejilla —. Nos vemos más tarde.

Veo como se va, vuelvo a bufar y me giro en dirección contraria. Me detengo cuando un vehículo se frena delante de mí, baja la ventanilla y frunzo el ceño cuando lo reconozco.

—Tú...

El rubio de ojos cafés sonríe ampliamente.

—Te encontré.

Quedo perpleja ¿Qué hace Adrián aquí? Realmente pensé que esta mañana sería la última vez que lo vería.