Capítulo 4.

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A la mañana siguiente, cuando todos los hombres regresaron de su día de descanso, Paul y yo les comunicamos qué era lo que íbamos a hacer a continuación. Ambos sabíamos que era muy peligroso, y no íbamos a obligar a los hombres a ir si no lo deseaban, por lo que, después de explicarles el plan general de lo que haríamos, Paul preguntó: —¿Quién se queda en la isla?

    Algunos hombres se removieron incómodos, quizá pensando en lo que deberían de contestar. —Yo voy contigo, Paul— le dijo Mike a su hermano. Mike aún estaba ligeramente ebrio y lleno de besos de prostitutas, pero parecía estar muy consciente de lo que hacía cuando dijo eso. 

    —Yo también, capitán— contestó otro hombre, levantando la mano. De pronto todos los hombres comenzaron a levantar la mano diciendo cosas cómo: —¡Le partiremos el trasero a Teach!— ó —¡Quemaremos al Venganza!— Paul sonrió satisfecho por la lealtad de sus hombres y les ordenó comenzar a preparar la nave para zarpar. Me coloqué al timón en cuanto el barco fue impulsado por el viento, una vez que el ancla estuvo arriba y las velas desplegadas. 

    —Aún puedes arrepentirte— le dije a Paul, sacando la nave del puerto. Éste sonrió y negó con la cabeza, extendiendo un mapa sobre una pequeña mesa e inspeccionándolo —Sé que no durarías ni dos minutos contra Teach sin mi ayuda— solté un pequeño suspiro y asentí, para dejar que Paul elaborara alguna nueva estrategia de ataque. 

~°~°~

    —John— me llamó Paul un par de horas después. Giré a verlo. —¿Estás bien?— preguntó este, notando la tensión que me recorría el cuerpo. No quería poner a Paul en peligro, pero yo también sabía que nunca iba a lograrlo si él no estaba a mi lado. Paul constituía una parte elemental de mi vida ahora; era, sin temor a sonar romántico, mi otra mitad. 

    —Estaba pensando— admití. 

    —¿En qué?

    —En Stuart y lo que me dijo de mi esposa y de mi hijo— le había contado mi última conversación con Stuart a Paul un mes después de que escapáramos, éste se enfureció en cuanto lo escuchó y de inmediato comenzó a gritarme —¡Si lo hubiera sabido, yo mismo lo hubiera matado!— cosa que le agradecí demasiado, al menos sabía que ya no estaba solo. 

    —No lo hagas, sé que te duele cuando lo haces— susurró éste, colocándose a mi lado para ver a los hombres descansando. —En realidad, sólo estaba preguntándome porque era que Stuart había trabajado para Teach durante tanto tiempo si se suponía que amaba a mi esposa— 

    —Dijo que trabajaba para él porque lo había capturado antes ¿No?— preguntó Paul. 

    —Sí, pero si así fuera, debió de ser una amenaza muy grande. Aún creo que Stuart conservaba una pequeña parte de fidelidad a mí o a Cynthia cuando Teach debió de capturarlo.

    —O quizá siempre fue un hijo de puta. Da igual, John, nada de lo que pienses va a cambiar sus actos— solté un suspiro. Solo Paul entendía lo mucho que me continuaba doliendo que mi mejor amigo hubiera resultado una sucia rata traidora, y también sabía que si yo hubiera podido encontrar una buena excusa, habría perdonado a Stuart.

    Sentí los brazos de Paul rodearme por la espalda y entrelazarse sobre mi abdomen. —John, no es por... Bueno, no estoy muy seguro de que si sigues pensando de esta forma puedas asesinar a Stuart— lejos de molestarme, sabía que tenía razón, pero eso no explicó porque dije tan rápidamente: —Si yo no puedo hacerlo, quiero que lo hagas tú— Paul aflojó un poco sus brazos, momento en el que me aproveché para darme la vuelta y quedarme cara a cara con él.

    —¿Yo?— preguntó Paul, con un súbito destello de miedo en su voz —Todo lo que quiero es ver a Stuart muerto, Paul. Quiero hacerlo yo, pero también sé que quizá no pueda hacerlo, no solo por mi cobardía, sino también porque en cuanto Teach me vea no va a dudar en matarme—

    —John, no...

    —Sabes que no digo mentiras. Teach va a tomar la primera oportunidad que tenga para lanzarme una bala de cañón, y si eso pasa quiero que tú mates a Stuart. No lo dejes vivo, despellejalo por mi— de pronto Paul pareció asustarse un poco, pero el miedo despareció rápidamente de su semblante —Lo matarás tú, porque vamos a matar a Teach primero—Paul señaló hacia la mesa donde se encontraban todos sus mapas y me sonrió tímidamente —Tengo un plan—

Captive [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora