Parents (Jainico).

26.-

POV Omnisciente

Pasó un mes, donde el vientre de Nicolás ya era completamente notorio y visible, causando que el enojón estuviera siempre atento y cuidadoso con su omega, aún más que antes.

Habían veces que el pequeño moreno se molestaba de la nada y otras veces donde estaba muy cariñoso y no se quería ni despegar de él, haciendo que el alfa supiera que era cosa del embarazo no más.

-Quiero dar una vuelta.-Dijo Nicolás, casi frunciendo el ceño mientras usaba la ropa del enojón.

-Bien, a dónde vamos?.-Preguntó Jaime, ya levantándose de la cama, observándolo por unos segundos y ayudándolo a levantarse.

-Quiero dar una vuelta solo.-Dijo el moreno, diciendo lo que quería realmente, causando que el señor Navarro lo observara por unos segundos, queriendo saber si era una broma o no. Cuando se dio cuenta que no lo era, habló.

-No, amor, sabes que no puedo dejarte solo.-Dijo el enojón, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Ni siquiera puedes levantarte de la cama sin ayuda, así que olvida que te dejaré dar una vuelta solo.

El pequeño omega frunció el ceño y lo miró fijamente.

-Cuando estaba en mi embarazo de Faith, bien pude arreglármelas solo.-Dijo el pequeño moreno, todavía mirándolo.

-Dean te protegía y seguía a todas partes, así que eso no es verdad.-Dijo el híbrido, sabiendo toda la historia.

-Quiero salir solo, Jaime.-Dijo el pequeño omega, gruñendo, teniendo los ojos violeta, causando que Jaime supiera que su prometido se estaba enojando y eso nunca era bueno, menos ahora que estaba embarazado.

-No, Nicolás.-Dijo el señor Navarro, mientras tenía sus ojos rojos, casi como esperando que el pequeño moreno le hiciera caso.

-No te estoy pidiendo permiso, te estoy avisando.-Dijo Nicolás, mirándolo directamente a los ojos, no sintiendo nada al enfrentar a su alfa.

-Si crees que te dejaré ir...

No pudo seguir hablando cuando el pequeño moreno lo empujó un poco fuerte y desapareció, causando que se enojara completamente y gruñera.

El pequeño omega apareció en un bosque lejos de Santiago, al cual Jaime y él nunca habían ido, así que sería más complicado para el señor Navarro encontrarlo.

Amaba a Jaime, no lo malentiendan, pero a veces quería estar un rato solo (y claro que eso le pasaba en el embarazo no más. Debía ser algo de las hormonas pero el pequeño moreno no pensaba mucho en aquello en realidad).

El moreno observó donde estaba y agudizó su oído, causando que escuchara algo cerca de él, haciendo que estuviera sigiloso y que ni se moviera. Cuando escuchó que se acercaba, de inmediato comenzó a correr, creyendo que era Jaime.

Pero no era así.

De inmediato alguien lo atrapó y acorraló contra un árbol fuertemente, haciendo que se quejara por el dolor que sentía por toda su espalda.

No era alguien que conociera, causando que gruñera y colocara sus ojos violeta.

-Creo que mi hermano eligió bien.-Dijo el desconocido en un gruñido, observándolo por unos segundos, sosteniendo fuertemente al pequeño omega.-Eres mejor que su ex novia.

-Quién mierda eres?.-Preguntó Nicolás, intentando moverse pero el desconocido no lo dejaba.

-Oh, acaso mi hermano no te habló de mí?.-Preguntó el extraño, teniendo una ligera sonrisa maliciosa, con una pausa.-Bueno, no digamos que teníamos una buena relación, de hecho, cree que estoy muerto.

El pequeño moreno le gruñó, causando que el extraño lo observara por unos segundos.

-Qué maleducado de mi parte, no te he dicho cómo me llamo.-Dijo el desconocido, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Soy Isaac Navarro, hermano de tu... prometido.

Esto último lo dijo cuando vio el anillo de su cuñado.

-Estás mintiendo.-Dijo el moreno, intentando soltarse pero el desconocido lo apretaba aún más fuerte.

-Bueno, no soy híbrido como ese monstruo y tampoco brujo, pero al menos tenemos la misma fuerza.-Dijo Isaac, colocando sus ojos de alfa, todavía con aquella sonrisa.-Ahora, vas a venir conmigo a la buena o a la mala?

El pequeño omega, con toda la fuerza que tenía, empujó a su "cuñado" lejos de él y de inmediato tocó su marca en su espalda, esperando que funcionara.

-Vamos, no vas a hacer esto a la mala, cierto? No creo que quieras que dañe a mi sobrinito, no?.-Preguntó su cuñado, tomándose un tiempo para luego seguir hablando.-Sólo quiero que me acompañes y listo.

-Nunca.-Gruñó Nicolás, alejándose de él pero este fue más rápido y le rompió un brazo como si nada, causando que gritara y sintiera sus ojos aguarse.

Dónde mierda estaba Jaime?

-Pudimos hacerlo a la buena.-Dijo Isaac, como si lo lamentara, empujándolo, haciendo que el pequeño moreno se cayera.-Pero ahora creo que podría desquitarme contigo, no?

No dejó que el pequeño omega hablara cuando comenzó a golpearlo fuertemente en la cara y luego en el cuerpo, causando que el moreno sólo protegiera su vientre.

-Tengo que decir que hace mucho que deseaba hacer esto.-Gruñó su "cuñado", no parando en ningún momento.

El pequeño moreno se sentía tan débil que creía que pronto se desmayaría cuando dejó de sentir los golpes en su cuerpo.

-Mierda, Nico, toma de mi sangre.-Dijo una voz que conocía bien.

Dean.

El ex alfa lo ayudó a sentarse y obligó a que tomara de su sangre para curarse completamente, haciendo que el moreno derramara un par de lágrimas por el dolor que había sentido antes.

-Todo está bien.-Murmuró el oji-verde, acariciando la espalda del pequeño moreno.

Cuando el moreno dejó de tomar la sangre de su amigo, este habló.

-Quién mierda es ese weón?.-Preguntó Dean, ayudándolo a levantarse y refiriéndose a Isaac, a quien le había clavado una daga que no lo mataba exactamente.

-El hermano de Jaime.-Respondió Nicolás en un murmuro, no queriendo separarse del ex alfa.-Dónde está él?

-Se había enojado e hizo un hechizo para no saber nada de ti.-Dijo su amigo, siendo completamente sincero con él, bajando la mirada.

-Hijo de perra.-Dijo el moreno, con una pausa.-Ese weón pudo haber matado a nuestro hijo.

-Nico, él no sabía que...

-Que se vaya a la chucha.-Dijo el pequeño moreno, no queriendo hablar más del tema.-Puedes llevarlo a la otra casa?

-Por qué a la otra?.-Cuestionó el oji-verde, sintiendo mucha lástima por Nicolás.

-Tengo muchas preguntas que hacerle.-Dijo el pequeño omega, no diciéndole nada más.