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POV Omnisciente

De repente escucharon unos gruñidos bastante fuertes en realidad, causando que el moreno se separara de inmediato del cuello de su cuñado, haciendo que viera a su alfa en el instante.

El híbrido estaba furioso en verdad, quería destrozar a su hermano, causando que el pequeño omega notara eso de inmediato e intentara que su alfa se fijara en él para tranquilizarlo.

-Te voy a matar.-Gruñó Jaime, intentando que el pequeño moreno se saliera de su camino para llegar a su hermano, pero no lo tocó porque sabía que si lo hacía, no podría controlar su fuerza.

-Jaime, mírame.-Dijo Nicolás, no dejando que su prometido se acercara a su cuñado.

-Él es mi omega!.-Gritó el enojón mientras que el pequeño moreno sintió lo emputecido que estaba.-Mío!

-Alfa.-Dijo el moreno, causando que el recién nombrado lo mirara.-Vamos afuera y hablemos las cosas, si?

-Claro, después de que le saque la mierda a este weón.-Dijo el híbrido, intentando pasar pero el moreno lo detuvo, colocando su mano en el pecho de Jaime, causando que este se relajara de inmediato, provocando que el hermano del híbrido observara esto con atención.

-Por favor.-Se lo pidió el pequeño moreno, haciendo que el híbrido lo mirara fijamente y asintiera.

-Tú quédate acá.-Dijo el señor Navarro, intentando no gruñirle a su hermano para después salir del sótano.

Cuando el moreno y el enojón salieron, este cerró la puerta y esperó a que su omega le dijera algo.

-Estaba sólo tomando de su sangre porque nuestro bebé quería de tu sangre y no digamos que estoy muy contento contigo, así que él ofreció darme sangre.-Dijo Nicolás, siendo completamente sincero con él y aún enojado con el señor Navarro.

-Tú sólo puedes tomar de mi sangre de esa forma.-Dijo Jaime, todavía teniendo sus ojos rojos mientras se intentaba relajar.

-Me contó una historia bastante interesante.-Dijo el moreno, con una pausa, notando la mirada intensa de Jaime en él.-De por qué está acá.

Jaime cerró los ojos fuertemente.

-Nico, y-yo no podía controlarme.-Murmuró el enojón, ya sabiendo a lo que se refería.-No fue una sed normal cuando uno comienza a ser vampiro, era mucho más que eso. No fui convertido normalmente en vampiro y supongo que eso fue lo que lo causó, pero debes entender que no fue porque yo quería...

No siguió hablando porque sintió como el pequeño moreno acariciaba levemente su mejilla, causando que abriera los ojos. Nicolás no dijo nada, porque no era necesario en realidad, solamente lo besó, haciendo que el señor Navarro lo acorralara contra la pared para después corresponderle el gesto de amor, y algo de celos por parte de Jaime.

El señor Navarro acarició un poco la cadera de su prometido para después colocar sus dos manos ahí.

Cuando se separaron, unos minutos después, el moreno lo observó por unos segundos.

-No vuelvas a hacer algo así.-Dijo Nicolás en un murmuro, refiriéndose a lo de no saber nada de él.

-Nunca más.-Dijo Jaime, siendo completamente sincero con él.-Te lo prometo.

El pequeño moreno asintió un poco para después darle un ligero beso en los labios.

El señor Navarro olió a su prometido para posteriormente ofrecerle su cuello al moreno, causando que este sonriera un poco para después morderlo, sabiendo que el enojón hacía eso para repetirle que debía tomar de su sangre no más.

El moreno dejó de tomar de su sangre a los pocos minutos después, así que apenas dejó de hacerlo, el enojón apoyó su frente con la de él para después cerrar sus ojos, gruñendo un poco, algo bajo, sólo porque su parte alfa estaba bien en ese momento.

-No más mentiras ni ocultar cosas.-Dijo Nicolás, en realidad no queriendo volver a enojarse con su novio.-No puedo soportar eso.

-Lo sé.-Dijo Jaime, todavía no abriendo los ojos.-Cualquier cosa que quieras preguntarme, lo puedes hacer.

El pequeño moreno asintió un poco para después quedarse quieto por unos segundos.

-Tengo sueño.-Susurró Nicolás, siendo completamente sincero con él.

-Anda a acostarte, yo ya voy.-Dijo Jaime, abriendo los ojos y notando como su prometido lo miraba.

-No lo mates, Jaime.-Dijo el moreno, casi suplicándoselo, con una pausa.-Dijo que no nos haría nada.

-Ya veré eso yo.-Dijo el enojón, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Pero no lo mataré, por ahora.

-Está bien, te espero en la cama.-Dijo el pequeño moreno, subiendo la escalera, causando que el señor Navarro lo observara para después entrar al sótano otra vez, cerrando la puerta por cualquier cosa.

Se miraron por un par de segundos y el enojón habló.

-No te vuelvas a acercar a Nicolás.-Dijo Jaime, empujándolo un poco contra la pared.-Puede que a él le hayas dicho que no nos harías nada, pero yo te conozco, así que no hagas que te mate.

-Lo que dijo Nicolás es la verdad, no les haré daño físico.-Dijo Isaac, con una ligera sonrisa.-Pero sí psicológico.

-De qué mierda estás hablando?.-Preguntó el enojón, gruñéndole, queriendo golpearlo.

-No le haré daño a Nicolás porque la cosa es contigo.-Dijo su hermano, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Así que haré algo que te podría hasta matar.

-Isaac...

-Te quitaré a Nicolás.-Dijo el recién nombrado, causando que el enojón lo mirara fijamente mientras que sus ojos cambiaban de rojo a dorado.

-Nunca.-Dijo el híbrido, volviendo a empujarlo fuertemente contra la pared.-Crees que podrás vengarte pero no es así. Nicolás es mi prometido, Isaac, y tú no podrás cambiar eso, ni aunque lo intentes.

-Ya veremos eso, hermanito.-Dijo Isaac, sabiendo lo furioso que estaba Jaime, causando que sonriera.

El señor Navarro lo observó por unos segundos para después romperle el cuello, sabiendo que un lobo original no iba a morir simplemente por eso. Luego de eso, lo volvió a encadenar y le enterró una daga en la pierna, sabiendo que no podría sacársela. Después de eso, le echó toda la botella de verbena. Aunque eso no lo matara, al menos va a querer estarlo.

Luego de eso, salió del sótano y fue a la habitación donde sabía que estaba Nicolás. Posteriormente, entró a esta y cerró la puerta.

Se sacó la mayoría de la ropa para después acostarse al lado de su omega, causando que este se acurrucara de inmediato contra él.

-Te amo, alfa.-Murmuró Nicolás, haciendo que el híbrido sonriera un poco.

-Yo también te amo, mi omega.-Dijo Jaime, acariciando la espalda desnuda de su novio, causando que este se relajara y durmiera de inmediato.

Parents (Jainico). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora