—Todo estará bien cariño. —Me susurra tiernamente Steve entrelazando sus dedos con los míos y los estrechos fuertemente. No lo estoy mirando, pero, se perfectamente que me está observando muy preocupado. —De ahora en adelante, todo estará bien si nos mantenemos juntos.
Suspiro pesadamente y observo a través de la ventana como el pueblo poco a poco desaparece mientras nos dirigimos toda velocidad hacia el aeropuerto. Steve miente. Nada estará bien en cuanto mi padre descubra que me he escapado. Se dará cuenta inmediatamente que Steve está vivo y que me he marchado con él. Mi padre no es estúpido y estoy completamente segura de que empezará a buscarme hasta por debajo de las piedras hasta encontrarme.
Mi vida no podría ser más dramática y complicada en estos momentos. A veces siento que estoy dentro de una absurda novela y que nada de lo que me está pasando es real. Aunque no me arrepiento de absolutamente nada.
Me giro hacia el hombre que amo y noto que me observa atentamente muy preocupado. Le sonrió con dulzura para trata de tranquilizarlo y le estrecho más mis dedos a los suyos. Me devuelve la sonrisa unos segundos y centra nuevamente su atención a la carretera. Gracias a Dios que las cosas nos están saliendo tal como lo planeamos en el viejo establo. Sé que es así porque, no tengo ni una sola llamada en mi teléfono como para advertirme de lo contrario.
—¿Estas completamente seguro de que mi padre no sabe nada sobre tu apartamento en Nueva York? —Esto me preocupa y mucho. Si mi padre sabe sobre esto, me ira a buscar directamente allí y me regresaría a rastras. Y lo que es aún peor, podría matar a Steve. Ya lo intento una vez y no dudara en hacerlo nuevamente si lo tuviera frente a frente.
—No preciosa. —Se gira hacia mí y me sonríe. —Esa información es sumamente privada para la política de ese edificio y tampoco la ando compartiendo con todo el mundo. Además, tengo muchos apartamentos aquí y allá. Todos y cada uno de ellos guardan en confidente quienes son los dueños de los apartamentos.
Bueno, en esto tiene razón.
Aunque esta explicación debería tranquilizarme del todo, no lo hace. Estoy sumamente nerviosa y no me tranquilizare hasta estar en Nueva York. Me muerdo el labio inferior. Tomo mi bolso y saco mi teléfono. Nada. En la pantalla iluminada no veo ni llamada perdidas ni textos. Nada.
Esto es tranquilizante y deprimente al mismo tiempo. Mi viaje a Nueva York debería ser un viaje feliz lleno de entusiasmo. No una huida como si yo fuera una vulgar criminal. Solo me queda una persona en que confiar y esa persona está precisamente en la gran manzana hace meses porque yo la lastime.
Rose.
Ella podría ayudarme estando allá. Aunque no estoy del todo segura ya que no me ha contactado desde que se fue. Su madre me dijo que tiene un nuevo número de teléfono y que no me lo podía dar sin el consentimiento de su hija. Eso no me importa. Aun así, tratare de contactarme con ella en cuanto lleguemos a nuestro destino y consiga un nuevo teléfono porque obviamente ya no puedo seguir usando este. Eso sería una estupidez monumental.
—Estas muy callada preciosa. Y no me gusta. —Suspiro y tiro el teléfono nuevamente en el bolso. Lo miro y en efecto, lo veo muy preocupado. Sus nudillos están casi blancos por la fuerza que ejerce su mano al agarrar el volante.
Es cierto.
—Estaba pensando en Rose. Ella está en Nueva York. —Susurro con un enorme nudo en la garganta. Aun me duele que no este a mi lado.
<<Y quiero encontrarla, aunque sea buscar una aguja en un pajar>>
—¿Y trataste de contactarla? —Da un giro brusco en una esquina y salimos directamente hacia la calle que nos llevara hacia el aeropuerto.
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Destino Inseguro
RomanceNO admito: 1. Plagio 2. fotocopia 3. adaptación 4. cambios 5. similitudes con otras obras en esta plataforma o cualquier otra plataforma. 6: Transcripción 7: Reproducciones ilegales sin mi autorización. ...