Capítulo 18

499 28 10
                                    


Rendida, salgo de a habitación tras de él. En las escaleras lo escucho hablando diciendo algo rápido que no logro entender y cuelga. Como si sintiera mi presencia, se voltea y me mira en lo alto de la escalera. Su expresión neutra no me dice nada y bajo los escalones con cautela hasta el último.

—Ordene comida china. —Dice con la voz apagada y guarda el teléfono.

—¿Pescado crudo sobrevaluado? —Pregunto animada y las comisuras de sus labios se elevan en una sonrisa.

Esto es lo que necesita.

Doy grandes zancadas y me abalanzo sobre el con todas mis ganas. El me recibe con los brazos abiertos y me estrecha contra su cuerpo en un abrazo de oso. Oh joder. Cuanto necesitaba este abrazo. Escondo mi cabeza en su cuello y el me alza un poco más en los aires estrechándome aún más con sus brazos. El me besa el pelo y sonrió aliviada de ver que nuestra pelea a acabado. Ufff. Menos mal porque no quería que nuestro día terminara de esta manera.

De pronto tocan la puerta y Steve me deja en el suelo con cuidado y camina hacia la puerta. Me acomodo la camiseta y cuando alzo la mirada, Steve cierra la puerta de una patada y paquetes de comida chiba. Mmm, muero de hambre. Ahora que nuestra pelea ha acabado, el hambre ha regresado a mi cuerpo. Me muerdo el labio inferior con picardía y Steve me premia con una sonrisa.

—¿Quieres cenar en la cocina o en nuestra habitación mientras vemos algo de televisión? —Agita los paquetes esperando mi respuesta.

"Nuestra habitación"

No importa cuántas veces lo diga. Jamás me cansare de escucharlo de sus labios. Sonrió ampliamente cono una estúpida y funjo que estoy pensando las opciones cuando obviamente ya se cual mi respuesta.

—Vamos a cenar a nuestra habitación. —Declaro dando saltitos hasta la escalera y la subo de dos en dos. Escucho a Steve soltando una carcajada tras de mí y en un segundo lo tengo a mi lado entrando a la habitación conmigo.

Me quito los zapatos de una patada y me siento en la cómoda cama matrimonial. Steve deja los paquetes de comida a un lado, toma el control remoto y enciende la televisión. Uno a uno repasa los canales hasta que para en uno de películas donde están pasando "El retrato de Dorian Gray" veo como se le ilumina la mirada y pongo los ojos en blanco. La película no me parece tan buena como el libro, pero, me ahorro el comentario porque este libro y al parecer la película también, es una de las obsesiones de Steve.

—Al fin algo bueno que ver. —Repone con entusiasmo y se acomoda a mi lado dejando la comida en medio de los dos. Abre los paquetes y el delicioso olor a sushi inunda mis fosas nasales.

No lo pienso dos veces. Tomo los palillos de madera y comenzó a comer dirigiendo mi vista hacia la pantalla. Admito que, el actor principal es guapo. Pero no tanto como yo me imaginaba a Dorian Gray. Pero claro, cada lector tiene una imaginación diferente y una perspectiva diferente del mismo personaje.

Esta es la gran ventaja de la lectura. Hace que tu imaginación no tenga límites y te da la libertad de pensar y de imaginar lo que quieras sobre el libro y los personajes. Por esta razón odio las adaptaciones con toda mi alma. Arruinan completamente la imaginación de los lectores contratando actores malos que interpretan terriblemente mal a los personajes. Y lo que es peor: en las adaptaciones no aparecen ni la mitad de las cosas importantes en el libro.

Sacudo la cabeza y me concentro en la película...

Un reguero de besos por todo mi rostro me despierta de golpe y lo primero que veo son dos preciosos pozos verdes que me miran con ternura bajo la luz del sol de un lunes por la mañana. Espero un momento.... Miro a la mesita de noche y consulto la hora. Nueve de la mañana. Joder. Anoche debí quedarme dormida mientras veíamos la película. ¿En qué momento paso? Ufff prefiero no saber eso. Me da igual. Me incorporo de la cama hasta quedar sentada liberando mi cuerpo del peso de Steve. Me restriego los ojos para aclarar mi vista y lo veo sonreírme ampliamente desde el pie cero de la cama.

Destino InseguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora