Capítulo 20

484 28 2
                                    

—Si estas nerviosa por lo de esta noche, puede estar tranquila de que todo estar bien. —Me sonreí con cariño. —Sé que estarás genial esta noche. Sobre todo, con los editores. Sabes tanto de libros como ellos. Además, cuando les digas que estas escribiendo, se sentirán muy intrigados de que la preciosa novia de Steve Jones es escritora. Aprovecha esta atención cariño, y no te avergüences de ello. Al contrario, utilízala para que esos editores se interesen más en ti y en tu libro.

Sonare como una perra aprovechada, pero lo que dice Steve es cierto. El mundo editorial es cada vez más difícil y si quiero que me lleguen a publicar. Debo pelear con uñas y dientes para conseguirlo. Aunque también debo asegurarme de que me publiquen por mí y no por ser la novia de Steve. Me asegurare de que les guste tanto mi historia, que se olvidaran quien es mi novio. Sacudo la cabeza y ambos terminamos nuestro desayuno en silencio.

Después de darnos una buena ducha con agua caliente y relajar nuestros cuerpos, nos vestimos rápidamente con vaqueros ajustados y camisetas, cogemos nuestras cosas y salimos del apartamento. En cuanto llegamos al lobi, el botones nos saluda amablemente y le devuelvo la sonrisa.

Afuera, Peter nos espera frente al coche de Steve tan serio como siempre. Steve y yo nos acomodamos en el asiento trasero mientras Peter entra en el coche, se abrocha el cinturón de seguridad y arranca el coche introduciéndonos en el tráfico de la ciudad. Me pregunto a donde iremos a comprar nuestra ropa para esta noche. Steve pretende comprarse un traje nuevo, seguro iremos a una boutique...

—¿Adónde los llevo, señor? —La voz grabe de Peter me sorprende y miro a Steve.

—Llévanos a Louis Vuitton. —Steve lo dice como si nada y a mí se me hiela la sangre con solo escuchar ese nombre. Nunca he entrada ninguna de esas boutiques, pero se perfectamente que ni ahorrando todo un sueldo completo por varios meses me podría permitir comprar allí. En esas boutiques te cobran hasta por el aire acondicionado que respiras. Me remuevo algo nerviosa en el asiento mientras Peter da un giro y salimos por otra calle. Steve nota mi con comodidad y me toma de la mano.

—Allí tengo una asesora muy buena que me viste para esta clase de eventos. —Se encoge de hombros quitándole importancia. —Mi asesora también podría ayudarte.

Ahora que lo menciona, recuerdo que en París el me menciono que tenía una asesora de moda. Pero no menciono que era de Louis Vuitton. Ese fue el día en el que me dijo que me vestía como una anciana. Si en tal caso no resultara ser la misma mujer, ¿Cuántas asesoras de moda tendrá Steve?

—¿Es la misma asesora de la que me hablaste en Paris y la que te ayudo a remodelar mi closet? —Arqueo las cejas y el asiente con timidez.

—Si. Es la misma. María es muy buena en lo que hace.

—Bueno. —Respondo más animada ante la confianza que Steve le da a esa mujer para vestirlo. —De seguro tendrá mucho trabajo en mí.

Steve suelta una carcajada y ambos disfrutamos del trayecto en un cómodo silencio observando todo a mí alredor a través de la ventana. Con mucha curiosidad, veo que nos acercamos a un arrea un poco más tranquila no tan concurrida por personas. A medida que nos acercamos noto que la mayoría de los locales son boutiques muy renombrados que solo he visto en revistas o en internet.

Miro a todos lados con la boca abierta hasta que logro distinguir Louis Vuitton con sus enormes letras doradas. Peter se estaciona frente al local, sale del coche y nos abre la puerta. Steve le dice algo que no logro entender porque estoy demasiado hipnotizada por lo que estoy viendo. En frente hay un guardia de seguridad que nos mira con atención, pero Steve lo ignora por completo. Me toma de la mano y ambos atravesamos la puerta de cristal.

Destino InseguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora