Capítulo 5

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Al terminar de desayunar, Steve me ayuda con los trates. De reojo veo que me mira muy, pero muy preocupado. No soporto qu7e me mire de esta manera. Eso solo hace que me angustie mucho más por nuestra situación. Le entrego el plato recién lavado y él lo seca.

—¿Estas bien cielo?, me refiero a lo del anuncio en el periódico. —Lo miro a los ojos y en ellos veo terror. El mismo terror que siento yo en estos momentos. Si las cosas ya estaban complicadas para nosotros antes, no quiero saber cómo están ahora con el estúpido anuncio en el periódico. Aparto la mirada de él y regreso mi atención a los trastes.

—Tu padre dijo que lo resolvería, ¿no? —Suspiro limpiando un vaso indiferentemente, pero Steve me lo arrebata de las manos rápidamente y cierra el grifo.

—Sabes a lo que me refiero. —Deja al vaso a un lado y me toma de las manos. Me sonríe con cariño. —Tu padre...

—Se ha sobrepasado y, claro que estoy muy preocupada porque se perfectamente que es capaz de hacer lo que sea con tal de que regrese a su lado. —Suspiro. —Aunque aún no logro entender por qué tanta obsesión a que regrese. Digo, no iba a vivir con él para siempre. —Mi padre está fuera de si desde que descubrió lo mío con Steve. Digo, el siempre ha sido algo sobreprotector, pero, ahora ha perdido completamente la cabeza. No conosco a un padre que sea tan... Ahhh. Ni siquiera puedo encontrar la palabra adecuada para describirlo.

Steve se muerde el labio inferior y frunce el ceño meditando esto.

—Eres su única hija y, lo más probable es que tus padres no pudieron tener hijos propios y al adoptarte, nació una sobreprotección multiplicado por cien. —Se encoge de hombros como si esto fuera la explicación más lógica.

Hasta ahora no había meditado la razón por la cual mis padres me adoptaron. Ambos eran una pareja joven y sana. Lo más probable es que la teoría de Steve sea la correcta. Es lo más lógico. La otra pregunta del millón es, ¿Por qué mis padres biológicos me dieron en adopción?, ¿acaso fue de mutuo acuerdo entre mis dos familias?, ¿me vendieron porque no podían mantenerme? Y lo más importante, ¿A dónde diablos están y quiénes son?, ¿Cómo serán?, ¿a quién me pareceré más?, ¿a mi madre?, ¿a mi padre? Ahora que pienso en todas estas preguntas, la idea de buscar mi origen no me parece tan descabellada después de todo. No me puedo quedar con todas estas preguntas inundando mi cabeza sin saber las respuestas.

—Lo más probable es que tengas razón, pero, es como si se me negara a que tenga vida propia. Quiero decir, él quiere manejar cada uno de mis movimientos como si fuera un robot o algo así.

—Lo siento mucho cariño. —Suelta mi mano y me acaricia la mejilla con ternura. Demasiada ternura diría yo.

¿Qué? Ya me perdí.

—¿Por qué te disculpas? —Frunzo el ceño sin entender por qué se disculpa. Veo como agacha la mirada un poco avergonzada o culpable. No sabría distinguirlo porque no me deja ver su rostro. Oh no. Esto no se ve muy bien. Me muerdo el labio inferior, coloco mi mano sobre su barbilla y alzo para obligarlo a mirarme.

Culpabilidad. Es eso lo que veo en sus ojos.

—Es que en parte me siento culpable por meterte en esta situación. Si nosotros no.... —Le coloco un dedo sobre los labios.

—Steve no digas tonterías. —Tomo su mano de si mejilla y entrelazo mis dedos con los suyos. —Una relación es de dos personas y yo sabía perfectamente todos los riesgos que tendríamos al involucrarnos. Yo sabía en donde me estaba metiendo cuando acepte salir contigo. No digas que esta situación es por tu culpa porque no lo es.

Se me encoge el corazón. Una parte de mi sabía que Steve se sentía algo culpable por nuestra situación. La verdad es que la tiene. Pero yo también. Tanto el como yo sabíamos a lo que nos debíamos enfrentar si lo nuestro se daba a conocer. Sobre todo mi padre. Tanto Steve como yo sabíamos las consecuencias que traería nuestra relación desde el día cero.

Destino InseguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora