—No puedo creer que te hayas gastado...
—Cállate Beth. —Steve pone un dedo en mis labios para callarme mientras salimos de la tienda. —Y para que lo sepas, lo que acabo de gastar y mucho más, lo recuperare en menos de media hora. —Al ver que me quedo callada, me aparta el dedo los dedos de los labios y sonríe con suficiencia.
La mandíbula me llega al suelo.
¿Cuánto ganara este hombre? Cuando pienso que este hombre no podría ser más rico, el hijo de puta me sorprende y me deja completamente pasmada y sin habla. Lo miro y tiene una sonrisa de superioridad de oreja a oreja. Pongo los ojos en blanco y me meto en el coche. En cuanto Steve entra tras de mí, le arrebato los paquetes y saco mi nuevo iPhone.
La verdad, me encanta, aunque le haya costado a Steve un dineral. Pongo los ojos en blanco al recordar el signo de dólar que se le dibujo a la vendedora en cuanto Steve le dijo que estaba interesado en el nuevo iPhone. Lo saco de la pequeña cajeta y jugueteo con él entre mis dedos. Ya no puedo esperar para usarlo.
–Cuando lleguemos a casa te enseñare a descargar algunas aplicaciones útiles y un poco de música. –Steve toma un rizo de mi pelo y lo jala como si fuera un resorte.
—¿También puedo descargar libros? —Pregunto sin poder apartar la mirada del aparato.
—Todos los que quieras. —Suelta una carcajada. —Existe una aplicación que se llama eBooks y ahí podrás descargar el libro que quieras.
—Bien. —Sonrío porque me imagino la de libros que descargare. Guardo el teléfono en su cajeta con mucho cuidado y me inclino hacia mi arrogante y malgastador novio y lo beso en los labios. —Gracias. —Le susurro contra sus labios.
—Mmmm, de nada cariño. —Me devuelve el beso y me rodea con sus brazos —Ahora dime, ¿Qué te apetece hacer?
Fácil
—Quiero conocer la ciudad. —Le contesto con una enorme sonrisa.
El resto de la tarde la pase increíblemente bien. Más que bien, genial. Steve me dio un recorrido casi completo por toda la ciudad en los lugares más reconocidos y ahora que la he visto me parece un más enorme y llena de vida. Sin mencionar muy concurrida. Sobre todo, el Maddison Scuare Garden que es enorme e imponente.
También fuimos a ver una obra de teatro en Brodway. Al principio nos dijeron que no podíamos entrar porque la función estaba prácticamente llena, pero, en cuanto Steve les dijo su apellido, nos dejaron pasar a primera fila. La obra, o más bien musical estuvo bastante buena y ambos salimos con una sonrisa en los labios.
—¿Estas cansada? —Pregunta Steve mientras nos metemos en el coche.
La verdad es que si. Hemos recorrido gran parte de la ciudad y me siento un poco agotada. Lo único que quiero en estos momentos es ir a al apartamento, preparar la cena y cuando termine de comer, meterme en la cama.
—Sí, vámonos ya al apartamento. —Suspiro. —Hay que preparar la cena.
—No es necesario. —Pone los ojos en blanco. —Podemos pedir algo a domicilio.
—Steve, la refrigeradora está llena de comida. —Me quito el bolso de los hombros y la coloco a un lado. —Sería un desperdicio total si no la consumimos.
—Está bien. Está bien. —Alza las manos rendido. —Peter, llévanos al apartamento. ahora.
—Sí señor.
Dicho esto, Peter pone en marcha el coche y nos adentramos en el tráfico de la ciudad. La verdad es que hoy la pase increíble recorriendo toda la ciudad con Steve tomados de la manos mientras Steve me decía como se llamaba tal cosa que veíamos. Incluyendo los lugres más importantes de la ciudad. Como el Empire State Builling que es impresionante y sobre todo me mostro la preciosa estatua de la libertad que es simplemente bellísima.
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Destino Inseguro
RomanceNO admito: 1. Plagio 2. fotocopia 3. adaptación 4. cambios 5. similitudes con otras obras en esta plataforma o cualquier otra plataforma. 6: Transcripción 7: Reproducciones ilegales sin mi autorización. ...