Destino Inseguro

Capítulo 28

—¿Alguna vez pararemos? —Mi voz esta entrecortada y casi no puedo respirar por el intenso orgasmo que acabo de experimentar. Coloco mi cabeza sobre su pecho desnudo y sudoroso completamente extasiada y cierro los ojos con una enorme sonrisa en los labios al sentir que me besa el pelo tiernamente.

—No. —Susurra contra mi pelo. —Ambos somos completamente insaseables el uno con el otro. —Me estrecha contra su pecho y suspira satisfecho.

Alzo la mirada hacia él.

—Si no nos cuidáramos tanto, a estas alturas ya estaría embarazada de trillizos —Suelo una risita al verlo abrir los ojos como platos.

—Trillizos.... Eso sería interesante... —Se le ilumina la mirada como si estuviera viendo una hermosa fantasía y yo me quedo de piedra.

Oh mierda... Lo miro a los ojos y parece alucinado fantaseando con la idea de los trillizos. ¡Joder! Yo solo lo dije como una broma. Trago saliva como si se tratara de una pelota de ping pong y comienzo a sudar. ¿Steve quiere trillizos? ¿Acaso desea tener hijos tan pronto? Mierda ¡no! Solo tengo diecisiete años carajo, ni siquiera he entrado a la universidad. A mí me gusta dar paso por paso y no me apresuro a nada. Sabía que Steve planeaba un futuro para nosotros, pero no a tal extremo.

En definitiva, no quiero tener hijos en estos momentos.

—Por favor dime que estás pensando en osos pandas y no en tener hijos. —Mi voz es un hilo y al escucharme sale de su estado de trance y me mira a los ojos.

—Un hombre puede soñar, cariño. —Se besa el pelo con ternura y aspira hondamente. —Eres la mujer de mi vida. Obvio espero tener muchos hijos contigo, pero, sé que es muy pronto. Demasiado pronto y no es momento ni para mencionarlo. —Me estrecha contra su cuerpo y siento que el alma regreso a mi cuerpo.

Me acurruco más contra él y le beso el pecho. Agradezco que entienda que no es momento para hablar de este tema. Obvio quiero tener hijos en un futuro junto a el. Ese sería mi sueño a cumplir después de que este profesionalmente y económicamente estable. Cuando ya tenga mi vida guiada por un camino. Sacudo la cabeza y decido mejor cambiar de tema.

—¿Sabes? Ya casi termino de escribir mi libro. Solo me hacen falta unos cuantos capítulos. —Sonrió orgullosa de mi misma. –Si Benedith quiere, le puedo ir entregando los primeros capítulos para que lo vaya leyendo poco a poco. —Sugiero acariciando su pecho con mis dedos.

—Eso es excelente cariño. —Se inclina y me da un beso en los labios. —Hoy hablare con Benedith y se lo diré a ver qué opina. —Suelta un bostezo y lo miro.

Se le ve un poco cansado con los ojos cerrados y sé que está a punto de quedarse dormido. Le sonrió con cariño y le doy un suave beso en el pecho y apoyo mi cabeza son cuidado sobre este. Cierro los ojos e inmediatamente me quedo dormida pensando sobre mi libro, trillizos y Steve ...

Una fuerte luz mañanera me despierta y gruño de fastidio. Esperaba dormir un poco más. Poco a poco abro los ojos y me encuentro un domingo brillante y soleado para variar. La habitación este completamente iluminada y despende una cálida sensación. Me muevo un poco y siento un peso muerto sobre mi cuerpo.

Bajo la mirada y me encuentro a un Steve completamente dormido rodeándome el cuerpo con sus brazos sobre mi cintura y sus piernas entrelazadas con las mías como si fuera una hiedra. Su cabeza enterrada entre mis pechos me da una panorámica de su pelo revuelto y sonrió ampliamente al verlo tan profundamente dormido. Estiro mi mano y entierro con mucho cuidado de no deportarlo mis dedos en su pelo y juego delicadamente con los mechones suaves y ... largos. Frunzo el ceño. Steve tiene el pelo cada vez más largo y le crece muy rápido.