Esta historia es la "continuación" de la obra CANDY CANDY donde tendrá un final distinto. Espero que les guste a tod@s.
Candy, nuestra protagonista ha decidido regresar a la Colina de Pony junto con Albert para reunirse con los demás. Después de ese...
Han pasado días desde que se convocó la reunión para anunciar la esperada visita de la familia Miller. Los líderes de las tres familias se juntaron para planear mejor la llegada y quién los recibiría.
Finalmente acordaron que los invitados se hospedarían con los Andrew, los encargados de la visita serían los Cornwell y los Leagan se ocuparían de recogerlos en el tren. Básicamente todo ya estaba bien planeado gracias a Albert.
La noche llegó y toda la familia se dispuso a cenar tranquilamente. Archie se sentó a lado de Candy mientras que la Tía-abuela con Albert. La cena permaneció silenciosa hasta que la Tía-abuela Elroy se levantó para irse a descansar.
-Debo de informarles que dentro de tres días, nuestras visitas llegaran. Vayan preparando lo que tengan que hacer.-informó antes de subir escaleras para descansar.
-Yo también tengo que descansar, mañana quedé de verme con Annie en su casa.-dijo Archie levantándose de su silla.-Buenas noches.
Todos excepto Albert y yo se habían ido a dormir. Candy quería que Albert le explicara mejor quiénes eran ellos por lo que se quedó a cenar con él. Albert sabía que todavía no le había dado una respuesta a Candy por lo que tomó su cena y se dirigió a la silla a lado de ella.
-Disculpa.-se sentó.- Sé que todavía te debo una respuesta Candy.
-Descuida Albert. Tómate tu tiempo.-sonrió Candy.
-No, prefiero aclararlo ahora.-miró fijamente a los ojos de Candy.- Ellos son parte de mi familia.
La rubia no podía creer lo que oía. Ella sabía que Albert fue criado por la Tía-abuela Elroy cuando sus padres murieron dejándolo como heredero.
-Mi familia siempre han sido los Andrew, pero el hermano de mi padre se cambió de apellido a Miller.-dijo Albert.- Desconozco el motivo, pero sé que es así por cómo me lo contó la Tía-abuela.
-¿Por qué son lejanos en vez de cercanos?.-preguntó Candy.
-Al parecer mi padre y mi tío no se llevaban bien, creo que por eso decidió alejarse del Sur.-respondió Albert.
Ahora todo tenía más sentido para Candy. Con sólo escuchar que eran parientes de Albert, le dieron ganas de conocerlos. Candy siempre ha sido abierta para conocer nuevas personas, ese era uno de sus don. Albert le dijo a Candy que ya era hora de acostarse así que los dos se fueron a descansar.
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A la mañana siguiente, Candy se alistó temprano junto con Clint para hacer una visita a Tom. Se fue sin desayunar hacia la casa de su amigo provocando que a mitad del camino comprara algunas galletas. Cuando llegaron, Tom no dudo un segundo y fue corriendo hacia dónde estaba Candy.
-¡Candy! ¡Me da gusto que hayas venido!.-exclamó Tom abrazandola.- Ven entra. Tengo que enseñarte esto.
Condujo a su amiga adentro de la casa. Candy saludó al padre de Tom y se dirigieron a los establos. Ahí abrieron la puerta dejando ver a distintos caballos en su respectivo espacio.
