Esta mañana era especial. Los tres días de viaje a Inglaterra habían acabado, y ahora se hallaban por arribar al puerto de España. Por otro lado, afuera de las ventanas del lujoso cuarto, los destellantes rayos del Sol pegaban al rostro delicado de la rubia. Ésta poco a poco sintió el calor que se hallaba en sus párpados por lo que se dio vuelta al otro lado de la cama para abrir los ojos tranquilamente sin alguna molestia. Quitó de su cuerpo las sábanas que anteriormente la cubrían y se levantó cuidadosamente para no despertarlos, pero ella no era la única que había despertado gracias al Sol sino también Archie.
-Buenos días, Candy. Vaya que hoy despertamos temprano.-pronunció estas palabras para después bostezar.
-Buenos días, Archie. Y sí. ¡Qué loco!.-hizo una leve y casi inaudible risa.
Los dos dirigieron su mirada hacia el Miller quien todavía se encontraba pérdido entre sus sueños. Decidieron comenzar a vestirse y salir a desayunar. Cuando iban a salir de la habitación, afuera de ésta, estaba Cookie esperándolos recostado en la pared.
-Buenos días, a todos. Hoy les tengo unas excelentes noticias: En dos horas estaremos llegando a España.
-¿En serio?.-preguntó Archie sin creérselo.- Los días duran poco cuando navegas.
Asintió. Los dos tenían rostros sonrientes. Después de muchos días de viaje, por fin estarían en España. Todo el día estuvieron en el cuarto platicando y riendo entre risas por todas las tonterías que podía llegar a decir Harry.
-En serio, les juro. Como nunca había viajado en tren ¡eso era lo que pensaba!
-¡Harry! En verdad ¿cómo puedes creer que los trenes se movían por si solos?.-exclamó Archie riéndose.
-No es mi culpa, todavía era un niño pequeño.-se defendió.-¿Y tú qué me platicas, Candy?
La rubia estaba sumida entre sus pensamientos hasta que Archie chasqueó sus dedos cerca de su rostro haciéndola reaccionar. Harry le repitió la pregunta. Candy asintió lentamente mientras pensaba qué podía decirles. No tardó mucho en sonreír.
-Cuando era pequeña solía ser la chica más traviesa de todo el Hogar de Pony. Siempre me subía a los árboles aunque a veces me caía.-sacó la lengua a l vez que pasaba su mano sobre sus cabellos.
-Yo recuerdo que jugaba a las escondidas en el bosque con mi hermano Stear. Era muy divertido.-compartió Archie sonriendo entre labios.
Los tres estaban tan sumidos en sus relatos de cuando eran infantes que no sintieron cuando el barco dejó de moverse. Las pisadas se escuchaban a montón en el pasillo por lo que Archie decidió asomarse para ver qué ocurría.
Cambió su expresión a otra cuando corrió hacia la ventanilla y miró a través de ella un puerto lleno de barcos y gente esperando para abordar. Con su emoción, dejó en claro a los demás que habían llegado a España.
Se miraron entre ellos e inmediatamente empezaron a desalojar el cuarto lo más rápido que pudieron. Al subir, notaron que todos hacían una fila para salir en orden. Se formaron y esperaron su turno.
-¡Ya llegamos! ¡Por favor lleven su equipaje en mano para desembarcar!-. Pidió el capitán.- ¡Tengan cuidado en bajar! Esperamos que el viaje haya sido de su agrado.
Harry logró divisar al capitán y a su tripulación a un costado de la línea de personas, entre ellas estaba Cookie. Cada miembro hacía una reverencia con su sombrero incluyendo el capitán. Luego de esperar por poco tiempo, el turno de despedirse de ellos había llegado. El primero en avanzar hacia ellos fue Cookie quien dio la orden de saludar militarmente a los otros. Se quitó el sombrero y lo colocó en su pecho.
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|| Renacer || Candy & Anthony
FanfictionEsta historia es la "continuación" de la obra CANDY CANDY donde tendrá un final distinto. Espero que les guste a tod@s. Candy, nuestra protagonista ha decidido regresar a la Colina de Pony junto con Albert para reunirse con los demás. Después de ese...