Cuando Harry entró al comedor todos se quedaron viéndolo por un pequeño momento para después ir a saludarlo con abrazos. Se sentó al lado de Archie como cada mañana. Los sirvientes llegaron con varios platos para ponerlos en el centro de la larga mesa. Había demasiada variedad de platillos para desayunar. Harry se limitó sólo a servirse un poco de pan y fruta fresca. No despertó con demasiado apetito ese día.
-¿Ya te sientes mejor Harry?.- preguntó Archie a su amigo.- Yo creo que no, deberías de tener hambre después de haberte quedado en reposo varios días.
-Sí debe de haber sido una tortura.- completó Albert.-Intenta comer bien el día de hoy porque iremos a que visiten el pueblo.
Asintió Harry y escogió algo más para desayunar. Notó que el lugar a lado del Cornwell estaba vacío y que en ningún lado de la mesa veía a Candy. Pensó que se había quedado dormida, pero no era así. El desayuno se vio interrumpido por una rubia, ya vestida, que llevaba en manos una maleta preparada y a su pequeño amigo caminando cerca de ella.
-¿A dónde vas Candy?.-preguntó Albert bebiendo su jugo.
-Decidí ir al Hogar de Pony. Me gustaría estar unos días ahí.-dijo para finalizar la pequeña conversación con Albert.- Volveré en pocos días.
-¿No quisieras ir con nosotros al pueblo?.-preguntó Archie.-
- Estarían encantada, pero ya le había dicho a la Sra. Pony que iría a verla. Lo siento, será para la próxima.
-Está bien, ten cuidado.-dijo Albert parándose para despedirla.
Después de despedirse, Candy salido de la mansión hacia su preciado hogar con alegría en el rostro junto con Clint. Archie después de la partida de Candy, se levantó y llevó consigo a Harry a su cuarto para alistarse bien. Albert, en cambio, trató de comunicarse con el Sr. Miller y hablar sobre el accidente, pero no hubo resultados.
Sabía que si no hacía algo de inmediato, el acuerdo no se firmaría y la visita de los Miller en Lakewood no habría sido en vano.
Candy al llegar al Hogar de Pony, no evitó correr hacia la entrada del lugar. Ahí tocó suavemente la puerta y en unos segundos después, la Señorita Pony le abrió con una gran sonrisa en el rostro. Se imaginó que deseaba quedarse con ellos por unos días por lo que la invitó a pasar adentro.
-Vaya Candy, que sorpresa verte. No tenemos mucho tiempo de no vernos.- rió en lo último la Hermana María.
-Lo sé, pensé en quedarme aquí unos días.
-Aquí eres bienvenida. Pasa, los niños se sorprenderán al verte.
Candy sonrió. Entrando al comedor, vio a todos los niños terminando sus desayunos. En el fondo, se hallaba la Hermana María recogiendo los platos sucios para después lavarlos. Al ver a su pequeña niña crecida no evitó sonreirle y se acercó a ellas.
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|| Renacer || Candy & Anthony
FanfictionEsta historia es la "continuación" de la obra CANDY CANDY donde tendrá un final distinto. Espero que les guste a tod@s. Candy, nuestra protagonista ha decidido regresar a la Colina de Pony junto con Albert para reunirse con los demás. Después de ese...