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Cuando Taeyong llegó,subió directo al segundo piso ignorando absolutamente todo a su alrededor. Odiaba esa clase de fiesta si Mark estaba allí en malas condiciones.

Tocó a la puerta y luego abrió encontrandose a Mark,durmiendo como angelito y Taeil poniendole a cargar el celular.

—Eres Taeyong?

—Si,gracias por cuidarlo.

—Puedes quedarte aquí,me da pena despertarlo.

Tae volvió a mirar al menor,realmente era un angel.

—Acuestate,hay agua en la mesa de noche y frasadas en el armario. Yo seguiré vigilando a los monos que trajó mi hermano.

—Muchas gracias en serio. Ah,no has visto a una cosa llamada Henry? Es una persona muy estúpida pero es muy divertida al mismo tiempo. Llegó con Mark.

—creo que si no me equivoco es el que estaba bailando sobre la mesa de ping pong,se cayó y ahora esta durmiendo en el sillón de abajo abrazado a el cojín.

Taeyong se rió.

—Te debo una grande.

—no hay de que,es que no parece de 18 y me dió cosa dejarlo allí abajo en las condiciones que estaba. Y pedía por tí. No quería que te llamará,tal vez porque le daba vergüenza que lo veas así.—Taeil abrió la puerta—descansa,el baño es la puerta azul de al lado del espejo.

Y salió. Taeyong se acostó al lado de Mark y acarició sus cabellos,besó su frente y suspiró.

—Ay Markie,que dolores de cabeza me das pequeño.

—hyung?—ni abrió los ojos pero sonrió—Taeyong hyung?

—Si Markie soy yo—sonrió de regreso.

—no te vayas—Mark se abrazó al cuerpo del mayor.

—no me iré,igualmente,mañana no te salvaras de mí. Mira como terminaste!

—Shs no grites! Duermete,te amo,bai.

Y cayó dormido de nuevo. Taeyong rió suavemente y dejó que sus ojos se cierren.

𝕒 𝕓𝕒𝕓𝕪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora