¿Mi Jefe? ¿Compromiso?

Capitulo 43

Hoy era el día más triste de mi vida, hoy era el funeral de mi pequeño angelito.

A decir verdad no he dormido nada y está mañana he ayudado con todo lo que pudiera hasta que llegó la parte más difícil para mí...

A mí, a mi madre y a Ian nos tocó ir a vestir a Lucy en la morgue, escogimos un vestido blanco hermoso, mi madre le peinó el cabello e incluso pinto un poco sus labios para que se vieran con vida, yo me tomé la molestia de pintar sus uñas de su color favorito, Ian solo nos ayudó a vestirla, pude llegar a notar como una lágrima cayó por su mejilla que limpió inmediatamente lo más disimulado que pudo y apenas terminó de ayudarnos a vestir a Lucy se fue.

Mientras la vestía, tanto a mi madre como a mi nos caían lágrimas por las mejillas.

Sabía que este día llegaría pero Lucy había sido tan fuerte que pensé que sobreviviría a esto y estaría sana pero lastimosamente no fue así, ese no era su destino.

Cuando terminamos de vestirla salimos de allí y nos dirigimos hacia el auto donde Ian nos esperaba, después de ahí inmediatamente nos iríamos al cementerio.

En el camino nadie dijo nada, sólo se escuchaba los sollozos de mi madre, al llegar al cementerio fuimos recibidos por muchísimas cámaras que al ver salir a Ian se tiraron encima con preguntas.

Ian no les contesto nada, sólo los apartó con brusquedad y pidió de manera fría que nos dejaran en paz, lo cual hicieron en seguida.

Entramos al cementerio y nos reunimos con todos los presentes, unos amigos de Ian, mis amigas, mi familia y la familia de Ian.

Trataba de no llorar cada vez que alguien se acercaba a mi a darme su pésame pero cuando se acercaron Carlee, Lilly y Kade no pude evitar echarme a llorar junto con ellas, creo que solo ellas había pasado cada momento conmigo desde que había adoptado a Lucy después de mi familia, sabían todo lo que había pasado y sobretodo sabían lo mucho que significa Lucy para mi, conocían de mi inmenso amor hacía mi hija, siempre será mi hija aunque ya no esté conmigo.

-Jade- escucho que me llama Ian.

Me disculpo con las chicas y me acerco a él.

-ya vamos a empezar, tenemos que acercarnos con toda la familia- me informa y yo asiento.

Nos acercamos a el lugar donde Lucy iba a ser enterrada.

Veo como unos hombres traen el pequeño ataúd de mi hija y lo ponen a un lado de el agujero en la tierra donde dentro de unos minutos estaría su ataúd.

-Nos reunimos hoy con mucho dolor por la partida de nuestro ser querido Lucy Lee, quién fue amiga, sobrina, nieta y una increíble hija, lastimosamente hoy se nos ha ido, pero que no este más con nosotros físicamente no quiere decir que en este momento no esté aquí, al lado de sus seres queridos- escucho los sollozos de mi madre a mi lado- antes de comenzar quisiera que los padres de Lucy dijeran unas palabras- nos invita a hablar el sacerdote.

Tomé la mano de Ian haciéndolo venir conmigo al lado del sacerdote.

-Antes de decir algo quiero agradecerles de corazón a todos los que se encuentran con nosotros en este momento tan difícil en nuestras vidas- me voz se entrecorta- la mayoría de las personas aquí conocieron a Lucy de una o otra forma, no era un secreto su difícil condición, no era fácil pero es aún más difícil aceptar que ya no está aquí- sollozo- Lucy era una niña tan maravillosa, alegre, amorosa, fuerte y sobre todo valiente- miro a todos los presente quienes me miraban con tristeza y uno que otro soltaba alguna que otra lagrima- mi hija... que aunque no fue mi hija biológica puede decir que la amé más que mi vida y que siempre será mi hija aunque no esté físicamente conmigo, siempre lo estará en mi corazón- limpie las lágrimas que había derramado siéndome imposible seguir hablando debido a el nudo en mi garganta.

Siento como Ian rodea mi cintura con su brazo estrechándome contra su pecho dándome apoyo.

-como decía mi esposa, Lucy era la luz de nuestras vidas, recuerdo llegar a casa cuando Lucy solía vivir con nosotros y verla acercarse a mi con una enorme sonrisa mientras jalaba su tanque de oxígeno, me alegraba el día por más malo que hubiera sido, todos los que la conocieron sabían que era un ejemplo a seguir, que a pesar de su condición nunca se rindió hasta su último aliento, cierto que no tuve el placer de estar tanto tiempo con ella pero el tiempo que pude me hizo llegar a amarla de una manera que jamás pensé poder hacerlo -veo como cae una lágrima por su mejilla que quita inmediatamente- como decía, gracias a todos por venir- dice dando por finalizado su pequeño discurso.

Volvimos a nuestro campo en medio de nuestras familias, limpié mis lágrimas mientras el sacerdote volvía a hablar dando inicio a su entierro.

Llegó la hora donde metían el ataúd dentro del agujero en el suelo, no pude evitar llorar sin parar al sentirlo tan real, justo en este momento sentía cómo caía la realidad en mi, lo pasado parecía una pesadilla pero ahora era tan real.

Ian y yo nos acercamos a tirar una rosa blanca seguidos de nuestros familiares, cuando terminaron de tirar las flores empezaron a arrojar la tierra encima.

-No puede ser- lloro en el pecho de Ian quien me abrazaba dándome su apoyo.

-todo estará bien cariño- dice acariciando mi espalda.

Mi madre se acerca a mi a abrazarme haciendo que deshaga mi abrazo con Ian.

Mi madre llora conmigo desconsoladamente.

¿Por qué Lucy?

¿Por qué ahora?

¿Por qué se tuvo que ir?

Tantas preguntas en mi cabeza que no aceptaban lo recién sucedido y a decir verdad yo tampoco quería aceptarlo.

Quería retroceder el tiempo para volver a tener a Lucy conmigo.

-es hora de irnos- me dice Ian llegando a mi lado.

No había notado que todas las personas se habían ido y solo estábamos Ian y yo.

Me había quedado sentada mirando la arena acumulada donde había sido enterrada Lucy, mi pequeña.

-no lo había sentido real hasta ahora- digo dirigiendo mi mirada a Ian.

-es hora de ser fuerte como Lucy no ha enseñado y tratar de seguir adelante-dice ayudándome a ponerme de pie y estrechándome en sus brazos.

-es difícil, muy difícil- digo sollozando.

-lo sé pero aquí estaré para ayudarte a seguir adelante, juntos saldremos adelante - me dice besando mi frente.

Ya casi estaba anocheciendo y era hora de volver a casa.

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Hola a todos!
Espero que estén muy bien, ¡aquí está un nuevo capítulo! Espero que les guste.
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