Alessandra abrió la puerta de su habitación, prendió la luz para luego hacerme sentar en la cama. Cuando la pelinegra me soltó la mano la lleve hasta mi hombro, el dolor se estaba intensificando, Alessandra entro al baño y no tardo mucho en volver a salir con un botiquín en su mano.
-¿Te duele mucho?-pregunto sacando las cosas del botiquín
-Un poco.- conteste haciendo una mueca
-Tratare de tener cuidado para que no te duela más.- dijo Alessandra mientras cortaba mi camisa con unas tijeras- Cuando te duela muerde esto.- dijo dándome una toalla
La pelinegra limpio la sangre que había alrededor de mi herida, mordí con fuerza la toalla que me había dado cuando agarro las pinzas y empezó a extraer la bala de mi hombro.
-Termine.- dijo cuando cubrió la herida con una gasa
-Gracias.
-No tienes que agradecerme nada, es mi culpa que te hirieran.- respondió tomando las cosa que utilizo para curarme para después entrar al baño a dejar las cosas
-Alessandra no digas tonterías, esto no fue tu culpa.- dije seguro
-Claro que fue mi culpa debí darme cuenta que nos seguían, pero estaba distraída.- dijo recargándose en el marco de la puerta del baño
Alessandra mordió su labio con fuerza y sus ojos estaban cristalinos, me levante de la cama y camine hacia ella, cuando estuve enfrente de ella hice que levantara la cara para que me viera.
-Creí que iba perderte.- dijo mientras soltaba unas cuantas lágrimas
-Nunca me vas a perder.- conteste limpiando las lágrimas que corrían por sus mejillas-Te amo, Alessandra.
Alessandra puso sus manos en mis mejillas para después besarme, coloque mis manos en su cintura para pegarla más a mi.
-Anche io ti amo, ti amo più di ogni altra cosa al mondo.- dijo cuando nuestro beso termino
-¿Me dirás que fue lo que dijiste?- pregunte aunque ya sabia que no me diría
-Aun no te lo diré.- me respondió con una sonrisa la italiana
-Tu vestido tiene sangre.- dije cuando vi manchas de sangre en su vestido
-No me importa el vestido.- contesto sin dejar de mirarme- Deberías acostarte, estoy segura de que debes estar cansado.
Asentí, la pelinegra tenía razón estaba cansado, asi que hice las sabanas a un lado y me acosté en la cama, mire a la pelinegra justo cuando ella me daba la espalda y se quitaba el vestido.
-Lessa que te dije de desvestirte delante de mi.- me queje mientras me tapaba los ojos
Escuche la risa de Alessandra, también oí como se quitaba los tacones, cuando escuche que se cerraba la puerta del baño quite mi brazo de mis ojos, el vestido de Alessandra estaba en una silla junto con los tacones.
Pasaron 10 minutos cuando la puerta del baño se volvió abrir, Alessandra salio envuelta en una toalla, agarre su pijama de abajo de su almohada y se la di a la pelinegra.
-Gracias.- dijo tomando su pijama
Se volvió a meter al baño para cambiarse, minutos después se escuchó la regadera, me levante de la cama para abrir la puerta cuando tocaron.
-¿Como te encuentras?- me preguntó Steven en cuanto abrí la puerta
-Estoy bien.- respondí
-Me alegró, dile a Alessandra que ya hice lo que nos pidió y te compramos esto para el dolor.- dijo y me entrego una bolsa de plástico blanca
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Bellezas mortales
أدب المراهقينLas Di mauro son tres chicas que no hablan con nadie y no dejan que nadie se acerque a ellas, despiertan la intriga de sus compañeros de escuela pues son un misterio para todos. Pero todo cambia con la llegada los hermanos Bennet ¿Podrán ellos averi...