Guitarra Secundaria (S.M)

36.Los Pedos De Shawn

Rebote. Pelota. Rebote. Pelota. El juego era sencillo, solo arrojar la pelota y volver a tomarla cuando volviera a su cuerpo al rebotar contra la puerta. Simple y rápido porque no tenía literalmente nada más para hacer en ese lugar.

Joey arrojó la pelota contra la puerta nuevamente. Se detuvo al oír a alguien aparecerse en el marco de esta. Enarcó una de sus cejas al ver a Shawn aparecerse con un periódico en las manos y unos lentes de lectura puestos.

-¡Oh, pero mira qué tenemos aquí!-Dijo él "Leyendo" el periódico-Renta y compra de departamentos en la ciudad. Vaya, me pregunto quién necesitará un lugar donde vivir. Mmmm...

-No voy a irme.

-¡Te tienes que ir en algún momento!-Dijo él dando una patada contra el suelo y soltando los papeles en el aire.-Ya ha pasado un mes. ¡Te tienes que ir!

-No-Dijo para volver a arrojar la pelota ahora contra la muralla. Shawn la miró con el ceño muy fruncido y con el rostro rojo.-Me gusta este lugar y no molesto a nadie.

-¡Estás destruyendo mi casa!

-No es cierto.

Él indicó el techo para hacer notar el enorme agujero que hizo la chica porque se le ocurrió que un tobogán al primer piso sería divertido.

-Mira, es un proyecto en pausa.

-¡Te quiero fuera!

-Y yo me quiero dentro-Dijo ella. Shawn tiró de su cabello con enojo.

-Olvídalo. Esto no sirve-Dijo él con rabia. Joey volvió a arrojar la pelota al ver que había ganado la pelea. Shawn la volvió a mirar tras unos segundos-No puedo echarte de aquí.

-Exacto, qué bueno que ya lo entendiste.

-Pero puedo hacer que te quieras ir-Joey lo miró al instante con el ceño fruncido.

-¿Y cómo piensas hacer eso?-Él sonrió con malicia.

-He sido un caballero todo el mes en mi propia casa. Creo que es hora de empezar a ser yo mismo.

-¿A qué rayos te refieres?-Dijo ella con desconcierto. Él le sonrió y, en menos de cinco segundos, Joey salió corriendo de la habitación con su nariz y boca tapadas y aguantando todo el aire en sus pulmones.

-¡MIS FOSAS NASALES!-Gritó con horror.

Shawn salió de allí y se cruzó de brazos.

-¿Te irás?

-No importa cuántos pedos te tires, ¡No me iré de aquí!

-¿Me estás desafiando?-La miró con amenaza-Te lo advierto. La despensa está llena de frijoles, brócoli y huevos.

-No me iré-Dijo ella con firmeza-¡Y POR LA CAPA DE OZONO, DEJA DE PEDORREARTE!-Gritó con los ojos llorosos por la intensidad del olor-¡Dios! Me apiado de tus padres. ¿Cómo es posible que de un tipo como tú salga una bomba nuclear? ¡Algo se murió adentro de ti!

-Es un don.

-¡Eres un cerdo!

-¡Soy humano!-Alegó él-Y también eructo-Soltó un eructo frente a la cara de la chica que casi se desmaya por el aroma.

-¿Comiste carne?

-Se me antojaba-Dijo él.-Creo que voy a comer cebolla.

-¡No, por amor a Dios, no!-Gritó ella con espanto.-¡No quiero más de esta tortura!

-Pues, vete. Le di a Geoff un tarro de helado y él es intolerante a la lactosa. Vas a sufrir de lo lindo esta semana.

-¡Eres un monstruo!