Guitarra Secundaria (S.M)

40.Los Anti Haileys

Joey se despertó a mitad de la noche al oír un ruido. Soltó una maldición y se incorporó en la cama para luego fruncir el ceño y ver la cama vacía a su lado. Se habían quedado dormidos juntos por el cansancio de ir corriendo de un lado de la casa al otro cuando a Shawn le dio su crisis y con esa charla tan seria del chico terminaron por cansar sus mentes así que simplemente se cayeron desplomados sobre el colchón.

Pero ahora él no estaba.

Oyó llaves en el primer piso.

Joey bajó silenciosamente con la biblia en sus manos y se detuvo al ver la puerta abierta.

-¿Shawn?-Susurró.

Se oyó el coche del cantante irse a toda velocidad de la cabaña. Joey frunció el ceño con confusión y vio una nota en la mesilla de entrada. La leyó y abrió su boca.

"Voy a enfrentar a esa zorra."

Joey dejó el papel y se quedó mirando la puerta por unos segundos. Su mente de detective comenzó a maquinar nuevamente; Shawn se había ido y dejó una nota sobre Hailey; Shawn iría a confrontarla por su boda; Shawn había salido en medio de la noche sin decirle y se había ido en coche; ¡Aún no terminaba de limpiarse totalmente! ¡No podía conducir en esas condiciones!

Joey corrió y se subió al coche de Geoff para seguirlo. Logró perseguirlo hasta llegar a la ciudad donde él se metió en lo que se veía como un hotel. La chica frunció su ceño y buscó un lugar para estacionarse.

Obviamente era el hotel donde se estaba hospedando Hailey, por algo él iba para allá.

Shawn subió al piso veinte donde lógicamente su ex novia se estaba quedando. Las puertas del ascensor se cerraron y él comenzó a subir. Joey se detuvo frente al ascensor y soltó un par de maldiciones al ver no alcanzarlo. Vio que se dirigía al piso veinte y soltó otra maldición más al ver que el otro elevador estaba descompuesto.

-Bien, piernas, no me fallen ahora-Suplicó metiéndose en las escaleras.

Shawn bajó del ascensor al llegar y caminó con decisión a la puerta número doscientos uno. Tocó con los nudillos y se enderezó en su lugar. La puerta se abrió. La chica del otro lado de esta lo miró con sorpresa al reconocerlo. Él bajó la mirada para mirarla a los ojos.

-Tú y yo tenemos que hablar.

***

Joey soltó un grito de desesperación al ver que recién iba en el piso seis y sus piernas ya no daban más. Lloriqueó en su lugar intentando recuperar el aliento cuando recordó que si Shawn se bajaba del ascensor, ella podría usarlo ahora. Se dio un golpe y corrió a la máquina. Presionó el piso veinte y soltó un suspiro de alivio al ver que subía. Bajó la vista al oír a alguien.

-¿Niño de los helados?-Dijo desconcertada al reconocer al niño parado a su lado. El niño la miró con un helado en las manos y dándole una lamida.

-Tú no me compraste un helado-Entrecerró sus ojos con molestia. Joey tragó saliva con miedo y soltó un grito al verlo presionar todos los botones antes del piso veinte.

-¡NIÑO DEL DEMONIO!

Tras la eterna subida al piso al que ella quería llegar, Joey salió de un salto y comenzó a tocar puerta por puerta para encontrar a Shawn. No le fue tan mal. Conoció a un motoquero, a una anciana con dildos y un anciano obsesionado con mirarle las tetas.

-Siento la molestia-Dijo Joey cuando una señora le cerró la puerta en la cara. Ella soltó un suspiro con cansancio y se le iluminó el rostro al ver que sólo quedaba una habitación. Tocó a la puerta.