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—Te odio.

Erick miró sobre el hombro a Zabdiel —No me odias.

—Eres un mal amigo.

—En vez de insultarme deberías agradecerme — protestó molesto.

—¿Agradecerte, por qué? ¿Por hacerme una cita con Christopher?

—¡Sí! De nada.

—¡Fue horrible! — cubrió su rostro —. El imbécil piensa que estoy enamorado de él.

—¿Y no lo estás?

—¡No!

—Yo creo sí.

Y esa es la razón por cual Erick se encuentra almorzando solo; no vio más a Zabdiel desde esa pequeña discusión. Tampoco vio a Christopher.

—Sospechoso — susurró. De su bolsillo sacó su teléfono y tecleó:

>Cómo hacer que tu amigo salga de la negación< Yahoo respuestas.


No esperes nada de mí. No me importa, puedes dejarme. El amor no es real, sólo existe en los cuentos de Disney. Estamos en la vida real, acostúmbrate. Esas palabras Joel se las viene repitiendo desde que comenzó a salir con Dani —siete meses para ser exactos— Nunca ha esperado nada de una persona; no le tiene miedo al amor, sin embargo, no cree que alguien lo llegue a amar de verdad y él tampoco piensa hacerlo. Tiene a Dani, claro está, la quiere.

Y, no es chiste.

Tiene un cierto cariño hacia ella.

Los últimos días Pimentel ha estado batallando consigo mismo; dentro de él están creciendo sentimientos hacia Erick más de lo que debería admitir.

Hace días cada tarde se juntaban en el aula de arte. Erick se ofreció a enseñarle a hacer aquellas cajitas de flores. Te ayudará a desarrollar la paciencia, le dijo el menor.

—Vaya mierda — reclamó Joel tirando el tercer ramo de flores que rompió —. Pierdes tu tiempo enseñándome. Mi peor defecto, no tengo paciencia.

—Todos estamos rotos, Joel — dijo Erick —. Todo tenemos defectos que reparar.

Su voz era tan suave al momento de decir aquellas palabras.

—¿Cómo quedó? — este mostró la pequeña caja con flores entrelazadas.

Joel sonrió —Muy lindo. Tú eres muy lindo.

Aunque sus últimas palabras fueron susurradas, Erick logró escucharlas y no pudo evitar sonreír y sonrojarse un poco. Quiso responder, pero Joel se adelantó.

—Oye y, ¿Vienes?

Erick frunció el ceño —¿A dónde?

—¿Richard no te dijo?... El sábado hará una fiesta, si quieres puedes venir. Puedes invitar a los raros de tus amigos.

—...

—Al gordo y al jirafon.

—Joel no les digas así.

—Cierto... Al frentón y al avatar — el otro chico lo miró molesto —. Bien, bien. A Zabdiel, y el otro, cómo era. ¿Cristian, cierto?

—Christopher.

Chasqueó los dedos —Christopher, también puedes invitarlo.

—Okay.

—Okay.

El menor lo miró con una sonrisa —Tal vez Okay sea...

—Cállate Erick.



falling for you || joerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora