falling for you || joerick

II - 03

—¿Puedes creer que hoy mi bebito cumple 17? —exclamó Joel haciendo que Richard riera —. Se está haciendo viejo.

—Y pronto van a cumplir un año —recordó haciendo sonreír más a su amigo —Aún me parece increíble que Erick soporte tu humor de mierda.

—Nunca entendí tu afán de hacerte el cupido y emparejarme con Erick.

—Porque nunca me gustó la pareja que hacías con Dani, vi como Erick te miraba y comencé a imaginarlos como novios... —se encogió de hombros —, además siempre supe que se te volteó la palanca.

—Sutil —torció una sonrisa, sacó su teléfono del bolsillo comprobando la hora —. Me voy, quede en ir a buscar a Erick, vamos a ir a celebrar.

—¿Oh, de verdad? ¿Yo puedo...?

—Solos.

Con eso Joel se fue; Richard rio, realmente amaba ver a su amigo tan feliz.

Joel había estado planeando este día semanas atrás. La madre de Erick trabajaría todo el día y eso puso triste al menor, sin embargo, la mujer le prometió que celebrarían al otro día. Por esa razón, Joel quería mantener ocupado a su novio.

—¿Joey, a dónde vamos?

—Tu primer regalo del día, amor —susurró en el oído del menor. Joel cubría los ojos de Erick con sus manos al momento de entrar —. ¡Ya!

—Esto...

—¡Nuestro próximo hogar! —exclamó con felicidad —. Mi mamá ya me quería fuera de casa, así que pago la mitad de este departamento. Y como tú estás a punto de salir de la escuela podríamos mudarnos juntos cuando entres a la universidad —explicó, de su bolsillo sacó unas llaves y se las entregó —. Aún falta decorar y traer mis cosas, pero considera esto como tu segundo hogar —sonrió cuando ya Erick lo estaba abrazando; se quedaron unos segundos hasta que Joel menciono que prepararía el almuerzo favorito de ambos.

Como un cachorrito emocionado, Erick estaba en la ventana, su rostro pegado en el vidrio mientras observaba la cálida tarde y el hermoso paisaje que tenía el departamento.

—Ya vamos a comer, bebé —susurró abrazándole por la espalda. Se besaron por un minuto o dos, Joel se alejó cuando escuchó que tocaron la puerta. Le dio una sonrisa antes de ir a abrir; allí se encontraba su pesadilla.

—¡Hola! ¿Hiciste comida? —preguntó Chris notando como Erick sacaba unos platos.

—Para nosotros, no para ti —respondió Joel.

Christopher hizo caso omiso al comentario del otro y se acercó a su amigo —¿Erick, tienes lo suficiente para tres estómagos más?

Joel frunció el ceño, estaba a punto de cerrar la puerta cuando aparecieron Richard y Zabdiel.

—¡Ya estamos todos! —gritó Richard.

—Y trajimos regalos y gorritos de cumpleaños —completó Zabdiel mostrando las bolsas en sus manos. Los recién llegados se sentaron comenzando una plática con Erick, mientras Joel seguía parado en la puerta. Su idea de celebrar solos el cumpleaños de Erick se fue a la mierda.

—Fueron de compras y trajeron M&M —comentó Richard como un niño pequeño, todos en la habitación sabían que eran sus dulces favoritos.

Joel sonrió con maldad —Sí, tú me recuerdas a uno.

—Aw, ¿De verdad?...

—Al M&M negro.

—Joel que cruel.