falling for you || joerick

III - 05

De reojo Erick observó lo cansado que se notaba Joel, sólo llevaba una semana en ese puesto y las ojeras bajo sus ojos se empezaron a notar. Volvió su mirada al tutorial de tejido, pero rápidamente volvió a mirar a su esposo.

Soltó un suspiró y fue hasta el escritorio, se hallaba tan concentrado que no sintió su presencia. Erick lo tomó por los hombros y frotó con suavidad.

—Deberías descansar.

—Tengo solo un día para hacer esto.

—Podrías pedir más tiempo.

Negó —No me lo darán —soltó con frustración pegando su espalda al respaldo de la silla relajándose ante el toque del otro —. No quiero hacer esto, pero tendré que buscar una secretaria.

—... Yo podría hacerlo.

—¿Quieres ser mi secretaria? —frunció el ceño.

—Suena mejor asistente.

—¿Querrías hacerlo?

—Sólo tendré que llevarte el cafecito y ya —se encogió de hombros.

—También atender mis llamadas, ordenar papeles —añadió —, muchos papeles.

—Puedo hacerlo. No hago nada en todo el día.

Luego de esa confirmación y cuando llegó el lunes por la mañana Erick comenzó a arreglarse para su nuevo trabajo, no fue junto a Joel ya que él iría a terreno y luego al edificio de trabajo. Pocos minutos para las diez, Erick recibió un texto de él avisándole que ya podría ir.

En cuanto llegó se acercó al mostrador donde había una chica masticando molestamente un chicle.

—Vengo a ver a Joel.

—Tienes que tener una cita para hablar con el Sr. Pimentel.

—Hemos tenido muchas citas créeme.

—Pues tienes que esperar —dijo con firmeza —, él está ocupado.

—Oh... —murmuró sacando su teléfono, él marcó y llevó al aparato a su oreja sin despegar la mirada de la chica —. Joel la fea de afuera no me deja pasar... Okay —sonrió entregándole el teléfono, ella lo tomó y rodó los ojos antes de devolver casi tirarle el teléfono a Erick.

—Sigues derecho por...

—Sí, sí, ya sé dónde es —le dio la espalda sin importancia y se dirigió a la oficina de Joel. Tomó la manilla y empujo —. Este lugar debería conseguir secretarias con humor o que sean más viejas. No sé.

Joel rio y tomó su rostro; Erick hace un ruido de sorpresa cuando Joel unió sus labios y correspondió torpemente y muy pronto se encuentra sentado sobre el escritorio.

Joel pasa una mano bajo la camiseta del otro mientras gime bajito en la boca del mayor. Un ruido los trajo de vuelta a la realidad causando que sus frentes chocaran. Joel maldice mientras Erick frota su frente.

Era la chica que antes lo atendió, ella dejó unos papeles y se fue

—Toma —le entregó el montón de documentos junto a una engrapadora —. Sólo tienes que engrapar y poner el sello verde, no te estreses, pero tienes hasta antes de las ocho. Me gustaría que te quedarás, pero me distraes —rio —. Si sigues derecho, en el pasillo encuentras una mesa libre.

—Entendido —asintió.

—Espera —dijo mientras Erick comenzaba a caminar hacia la puerta —, te ves muy lindo hoy.

Y el sonrojo de Erick fue lo último que logró ver junto a una pequeña risita.

Sorprendentemente antes de las ocho Erick volvió a entrar a la oficina con todos los papeles perfectamente en buen estado, ordenados y engrapados. Gracias a eso, ambos salieron más temprano antes que la noche cayera. El viaje a su hogar se dedicaron a escuchar música, sin embargo, Erick mantenía sus pensamientos en qué comerían, solo tenían cereal y pan, realmente esperaba que Joel no tuviera hambre. Hace un rato había comenzado a llover, así que ambos corrieron a la entrada.

—¿Uh, Joel? —llamó Erick media hora después una vez que se encontraban en la cama.

—¿Qué pasa bebé?

—¿Tú no sientes como que aquí falta algo?... Como que a pesar de que estamos casados y tenemos un hogar fijo, no sé, falta algo.

—¿Un perro? ¿Recuerdas que quedaste en llamar a la nueva dueña? No lo has hecho.

—Cierto, pero no lo sé.

—¿Aún sientes que falta algo?

—No lo malinterpretes, yo te amo mucho. Pero, no puedo evitar sentir eso.

—Quizá sea una etapa.

Erick tarareo una respuesta y se acercó más a Joel besando su pecho desnudo. Sin mucho hablar, se acomodaron y pronto los brazos de Joel se envolvieron alrededor de Erick; éste suspiró con felicidad y cerró sus ojos.