III - 17

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—¿Vas a invitarle a salir?

—Sí, hoy antes que salga —contestó Khate desinteresada limando sus uñas.

La otra chica la miró con duda —Joel ha rechazado a todas aquí, evita pasar vergüenza y quizá un despido, ríndete.

—Me gusta Joel y con intentar no pierdo nada.

La chica a su lado rodó los ojos y volvió a su trabajo, sin embargo, ambas mujeres estaban ajenas al chico que se encontraba escuchando su conversación. Erick siguió caminando y fue directo a la oficina de Joel.

—Bae —dijo al verlo, él se levantó de su silla y fue a abrazarlo, luego de compartir un beso dijo: —. Aún me queda una hora para salir.

—Uh...

—¡Joel! —Khate entró a la oficina —, llamaron de... ¿Interrumpo?


—No, no —soltó a Erick, éste tomó asiento en el sofá de la esquina.

Allí se quedó observando cada movimiento de ella, hasta logro escuchar cuando susurró en el oído de Joel:

—¿Puedo hablar una cosa contigo?

—¡Joel necesito decirte algo! —saltó Erick de inmediato —. Sobre Rossi...

—Me das un momento —Joel se volvió a ella y Erick sonrió con orgullo cuando el rostro de la chica mostró enojo notable y tuvo que obedecer.

Aunque, ahora tenía que inventar algo creíble.




—Vi Nutella en el refrigerador, ¿Puedes hacer crepes? ¡Podemos comerlos con Nutella! —exclamó Rossi una vez que la pareja entró a su hogar.

Joel rio y asintió; mientras Erick iba por unos libros, él fue a la cocina. Sólo se descuido un momento sacando los platos que cuando se dio la vuelta, encontró a Rossi sentada en el taburete con una cuchara en la mano y comiendo Nutella directamente del tarro. Joel optó por ignorar la cantidad de azúcar que tenía eso y comenzó a cocinar aun echándole miradas a Rossi.

—Vas a vomitar si sigues comiendo así.

—Comí medio frasco de mermelada de uva el otro día y no me enferme —se encogió de hombros.

—Tienes que comer más sano, toda esa azúcar no le hace bien a la bebé.

—Sí, sí es cierto —asintió Erick entrando a la cocina con un montón de libros. Últimamente ha tenido una obsesión por los libros.

Joel sonrió cuando Rossi dejo la cuchara de lado y empujó lentamente el frasco.

—Tienes razón... Sólo he estado un poco ansiosa, es como que me llamaran y solo es comer, ya sabes, Rossi, Rossi, Rossi. Comer, comer, comer.

—Yo compraré comida congelada saludable —ofreció Erick haciéndola reír.

Faltaban pocos minutos para las once y todos se preparaban para ir a descansar. La pareja ordenaba sus cosas cuando Joel rompió el silencio.

—Tenemos que hablar.

Erick se dio la vuelta y asintió sentándose en la cama —¿Qué quieres decirme?

—Tengo un regalo para ti —dijo luego de unos segundos —. Hace mucho tú y yo no salimos a una cita —mostró un sobre —. Llegó nuestra hora bebé.

Erick frunce el ceño y toma el papel y lo abre. A medida que va leyendo sus ojos se abren con sorpresa y sus labios tiran a una sonrisa.

—¿Un baile? ¿Esos donde todos visten elegantes y usan servicio para comer?

—Sí, eso mismo.

—No tenías que gastar el dinero en esto —dice después de besar sus labios varías veces —, sabes que me basta sólo con acurrucarme contigo.

Joel se encogió de hombros —Puedo regalárselas a Chris y Zabdiel

—No, no —se adelanta pasando sus brazos alrededor del cuello del mayor —. Eres increíble.

—¿Entonces quieres ir al baile -donde todos visten elegantes y usan servicio para comer- mi pequeño príncipe?

—Me encantaría.

Se mantuvieron abrazados por unos minutos antes que Joel dijera que iría a ver si Rossi necesitaba algo y apagar todas las luces. Erick se negaba a soltarlo y luego después de otros minutos más Joel salió.

No tardo, como salió entró rápidamente a la habitación; una sonrisa se dibujó en su rostro cuando vio la ropa de Erick tirada en el suelo y lo escuchó tararear una canción. Joel se quitó la ropa y se unió al baño de su esposo.


falling for you || joerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora