falling for you || joerick

III - 19

Azul, dos semanas.

Azul ya cumplió oficialmente las dos semanas, algunas veces Erick la llevaba al balcón de su departamento cuando no hacía demasiado calor o mucho frío.

Siempre le sugería a Rossi que le acompañe, pero ella se negaba diciendo que debía ponerse al día con su trabajo; aunque realmente Rossi quería que Azul se acostumbrará a Erick. Entonces, ambos se quedaban por unos minutos en el balcón.

—Eso es un pajarito —Erick señaló cuando oyó el canto proveniente —, está diciendo hola —rio besando la pequeña manito de Azul. Erick sonrió y abrazo a su bebé dándole mucho amor.

Unos minutos después Erick sabía que Azul tenía hambre ya que comenzó a hacer sonidos con su boca, se apresuró en ir a la cocina y buscar la mamadera con leche que había dejado Rossi esa tarde. En un momento pensó en ir por ella, sin embargo, negó con la cabeza, él ya debería aprender a manejar las cosas solo.

Sonrió con orgullo cuando logró hacerla dormir y la llevó a su cuna. El resto del día lo paso metido en sus cosas y comiendo cualquier comida chatarra que encontrará.

No supo cuándo se quedó dormido, pero cuando despertó alguien lo sacudía suavemente. Abrió sus ojos y vio a Joel con una bolsa de comida.

—Te ves agotado, ¿Azul te dio mucho trabajo? —dijo cuando Erick dejó caer su cabeza en su hombro.

—Se porto muy bien, de hecho, ahora tendría que despertar...

—Ya lo está, Rossi se ocupo de ella y volvió a dormir.

—También deberías dormir —sugirió —, cuando despierte en madrugada te toca a ti.

—Gracias por la oportunidad —rio, y así lo hizo, se recostó a su lado y de inmediato cayó dormido.

12:00 am, Erick aún estaba despierto, de alguna manera termino en Tumblr. Intentaba no reír por todas las publicaciones graciosas que encontró.

Cada vez que pasaba a otra página le echaba un vistazo a Joel que seguía dormido. Sus mejillas están rojas por contener la risa, pero cuando apareció un post realmente divertido no pudo aguantar más.

Agarró la almohada y la pegó en su rostro, una vez que sus carcajadas disminuyeron, se dedicó a dormir.

5:30 am, Joel estaba sentado en un taburete en la cocina con un vaso de agua en su mano y sumergido en la oscuridad.

Tuvo otra pesadilla.

No quería pensar en aquello, pero hace cuatro noches sueña la misma cosa. Erick dejándole, se negaba a creer que quizá esos sueños eran una señal.

Erick le engaña, Erick podría pedirle el divorcio.

Frotó sus ojos y suspiró. Se dirigió al cuarto y se metió a la cama intentando fallidamente no despertar a Erick.

—¿Joey, qué pasa?

—Sólo fui a ver cómo estaba Azul.

—Mhm...

Joel lo observó aún con el dolor en su pecho, pero luego escuchó un murmullo, un te amo, que lo llevó de vuelta al inicio de su historia cuando estaba tan enamorado de Erick y se había convencido así mismo que nunca tendría algo con él. Sin embargo, allí estaba en sus brazos y tan enamorados. Esa oleada de sentimientos regreso.

Erick siempre le había dejado en claro que no lo dejaría. Entonces para qué dudar, y Joel como un niño pequeño, esa noche se acurruco en los brazos de su pequeño esposo.